
Si en la esquina donde trabaja un semáforo
mientras los peatones esperan el cambio de color
mientras nadie se detiene a detenerse por completo
mientras siguen corriendo en la pantalla táctil
alguien se queda inmóvil cuando haya llegado el momento de moverse
será señalado por los nuevos nómadas
y criticado por rebelde o por idiota
y llegará de inmediato la noticia a la red.
La luz verde palidecerá y la roja no llegará jamás
porque el semáforo se distraerá pensando si hizo bien su trabajo.
Lo que a nadie se le ocurrirá pensar ni decirse por miedo
es que ese hombre detenido en medio del flujo acaba de nacer.
Si alguien se detiene en medio del flujo del mundo pecará de temerario
y ofenderá a los ortodoxos y doctos mientras sustenta la niñez.