
Si donde menos lo esperamos
en una esquina
en un semáforo
en una suela de zapato
en una retina
en un biberón
en el bigote del presidente
se termina la ciudad
y el verde de mil colores regresa vencedor
como el recién nacido
ignorante de su sabiduría
no hay que mirar atrás
no hay que regresar.
Y luego de unos pasos
toneladas de recuerdos
y emboscadas de sueños imposibles
se vuelve la mirada
y la ciudad ya no está esperándonos.