Como la tormenta de sentimientos que enfurecida no encuentra calma alguna, así son los versos de Amílkar-U.

Como las burbujas que desde lo profundo de las aguas del río salen a la superficie impulsadas por el oxígeno que abrazan, como la mirada que viaja en el tiempo descaminando sobre las propias huellas, como la tormenta de sentimientos que enfurecida no encuentra calma alguna, así son los versos (en presente, porque los versos siempre quedan) de aquel que firmó bajo el pseudónimo de Amílkar-U.
Palabras cotidianas para pintar sentimientos de colores prohibidos. Palabras simples, de analfabetos dijeron algunos, para gritar a destiempo lo que parecía no poder gritarse. Hablar del hombre sin encasillamientos de edad, sexo o religión. Preguntarse por todo. Preguntarse por cada detalle, por cada sabor, por cada sonido y olor para saber que la respuesta va a ser Nada.
Una poesía universal que se quedó atrapada en las aguas de un río. Un río que ansió llevarse la voz y el recuerdo de Amílcar Osorio; pero que por más que lo intentó, no se lo pudo tragar. Hoy es un buen día para reclamar a quienes los guarden, los versos que escribió el poeta. ¡Qué nos compartan sus versos! Enunciados escritos para ser leídos, recitados, escuchados… vividos. Por algo se imprimieron y por algo quedan grabados a fuego en las mentes que los leyeron.
Imploro, aunque por dentro impero, a aquellos que compartieron inquietudes de juventud con el gran poeta que es Amílcar Osorio (en presente, porque el cuerpo se va, pero queda el poeta) a que ayuden a los que recién lo conocemos a través de poemas descarriados por rutas cibernéticas e impresiones desaparecidas. Promuevan su obra y contribuyan a que el Nadaísmo no se convierta en Algo. Ese Algo tan amigo de mercados y dineros y servidumbre.
Noelia Martínez
Julio 2015
@NoeliaMarBo gotasamargas@literariedad.co