Llamarse José

Simplemente José, X2 Teatro (Manizales) en la VII Muestra de Teatro Alternativo de Pereira, 27 de julio de 2015. Dramaturgia, dirección e interpretación de Giovanny Largo León.

Simplemente José. X2 Teatro. Foto por Andrés Felipe Rivera
Simplemente José. X2 Teatro. Foto: Andrés Felipe Rivera.

Por: Camilo Alzate

Este tuvo que ser un niño cansón que coleccionaba nidos de pájaros robándolos del copo de los guayabos. Estoy seguro. Lo imagino corriendo pastizales bajo el cerro Ingrumá, en combate de boñigas con los demás. O jugando escondite oculto en la mata de guadua. Detrás del Ingrumá sucedían cosas, pero ¿cómo saberlo? ¿Cómo escucharlas, si Riosucio apenas es un pueblo de dos plazas y mil sirvientas domésticas empleadas lejos? ¿Qué depara la guerra? Un plato bien servido y siempre lleno.

Giovanny, niño resabiado. Giovanny, el que aprendió con “El ruido y la furia”, con el Macario de Juan Rulfo, que para narrar el horror del mundo  -el mundo a secas quiero decir- la cordura no bastaba.  Giovanny, de quién ya no estoy seguro si leyó “El llano en llamas” ni supo cosa alguna de Faulkner, pero sí que robó naranjas en las plataneras y que sabía los refranes de su abuelo montañero. Un refrán recuerda que la cara de bobo bien administrada consigue lo que sea. Otro confirma que un bobo hipnotiza cien más.

Simplemente José. X2 Teatro. Foto por Andrés Felipe Rivera.
Simplemente José. X2 Teatro. Foto: Andrés Felipe Rivera.

Giovanny Largo León escribe, dirige e interpreta el monólogo “Simplemente José”. Es la historia de un niño retrasado que viene de la guerra nuestra de cada día. De allá viene, como si la guerra fuera un lugar que está detrás del cerro. Entendemos que la ingenuidad alcanza topes de demencia cruel o que la cordura puede derivar en manifestación de barbarie. La narración sosegada y tranquila se desarrolla acompañada de gestos perfectos que configuran un leitmotiv hacia la autoafirmación del personaje, José, simplemente José, el nieto de sus abuelos campesinos, el sobrino de su tía, el hijo de su papá y de su mamá, el ayudante del cura del pueblo. José, un niño que sonríe sin motivo, que retuerce las manos compulsivamente.

José explica, José comenta. Atrás de esos cerros pasan cosas ¿pero cómo narrarlas? La realidad es tan terrible, tan horrorosa, que no deberíamos tolerarla racionalmente. José cuenta, pero omite detalles: no los conoce o no los dimensiona. La ingenuidad es una enredadera, una maleza que tapa y cubre. Mejor así. Largo León muestra lo bien interiorizado que tiene su personaje, una caracterización exquisita que enternece sin adoptar tonos quejumbrosos, que sacude sin necesidad de caer en la denuncia. También deleita el rigor investigativo que le permitió construir un relato consistente y verosímil a partir del habla común y corriente de cualquier plaza, de cualquier pueblito cafetero. Esta obra, aunque sencilla, es hermosa; en ella la belleza se aviene con la fatalidad, como debe ser.

Simplemente José. X2 Teatro. Foto: Andrés Felipe Rivera.
La dramaturgia, dirección e interpretación de la obra son de Giovanny Largo León. Foto: Andrés Felipe Rivera.

Giovanny, el muchacho que perseguía terneros y se fugaba de la finca para nadar en el río, entiende el mundo como  ese rumor fastidioso en la cabeza de un tonto, siguiendo a Shakespeare, pero además, como el horror que se prodigan los cuerdos entre sí.

“¿El bobo? –solía decir mi abuelo- Mijo: el bobo es uno”.


Camilo Alzate

@camilagroso

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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