
Para un día de cuyo año ni fecha quiero acordarme
Carlos Héctor Trejos Reyes *
Allá vienen con sus velas
Sedientas de riquezas,
Allá vienen con sus pensamientos oscuros
Se acercan a nuestras costas.
A fundar la hipocresía.
A intimidar a nuestro hermano
Con sus juguetes mortíferos.
El mar no pudo tragárselos
Y nosotros nos vemos obligados
A recibirlos sin haberlos invitado,
Nos vemos obligados a alzar las manos
Y dejarnos robar.
Llegan con su raro idioma
A burlarse de nuestra lengua
Con sus pies blancos nos patean,
Porque no usamos ropa
Y porque no adoramos a un tal Dios.
Hasta este momento fue santa nuestra tierra
Sin conocer santos.
Hasta este momento tuvimos patria
Sin conocer su significado
Hasta este momento el sol nos gobernó
Y la luna nos educó.
Ahora la sombra ha entrado a tomar su trono,
La mano asesina entra con su puñal hambriento.
De carne inocente.
Ahora al invasor se le rinde culto
Se trabaja para ellos y se muere por ellos.
Ahora los animales y los bosques lloran
Porque nunca se vio tanta sangre,
Porque la desgracia llegó a nuestras playas
Y se extendió como la noche.
Allá vienen los barcos,
Los látigos, las cadenas;
Allá vienen, los veo.
Trejos, Carlos Héctor. Ahasverus. Manizales: Imprenta Departamental de Caldas, 1995. (Págs. 8-9)