Tres poemas de Jorge Boccanera

Jorge Boccanera (foto tomada de mdzol.com).
Jorge Boccanera (foto tomada de mdzol.com).

 

Jorge Boccanera (Argentina, 1952). Entre otros libros de poesía, publicó: Los ojos del pájaro quemado, Polvo para morder, Sordomuda, Bestias en un hotel de paso y Monólogo del necio. Entre sus compilaciones personales figuran: Marimba, Jorge Boccanera. Antología poética, Tambor de jadeo, Libro del errante (2009), Cartas de nadie a nunca y Poemas tirados por caballos.

Obtuvo el Premio Casa de las Américas (Cuba), Premio TEA de Periodismo (Argentina), Internacional de Poesía “Camaiore” (Italia) y el  Premio Iberoamericano de poesía “Ramón López Velarde” (México). Esta selección de poemas fue enviada por el autor a Literariedad y corresponde al libro Monólogo del necio.

***

ANIMALES BORROSOS

a Juan Manuel Roca

Muñón obsesionado, cede el paso,
hay que entregar un sueño,  muerto y alerta, tiritando.
Hurga entre los vendajes del aliento, respírale en la cara
al infortunio y acuéstate a dormir junto a los animales
borrosos del enigma.
Interroga despojos del silencio en los huesos quebrados
del poema, sube a los carromatos donde viaja la orquesta
con su tos de perro,
busca un trofeo de aullidos en el océano de la noche.

No alimentes palabras como plantas carnívoras ni
remiendes plegarias.
Calcula con navajas el azar y separa las hebras  del deseo.
Luego, a lo tuyo:
escribirlo como la bestia, corregirlo como la bella.

Hacerlo y deshacerlo con tu puñal al cinto y el oído
en el polvo
donde murmura el rastro de la presa y habla una estela
de humo.

A esa ferocidad habrá que desollar, arrancarle colmillos,
arrebatarle el cuero, las aletas, desplumarlo y hervirlo hasta
que se consuma
y solamente quede al fondo de la olla,
polvo de una pregunta.

LA TORRE ROJA

Avisos luminosos se encienden y se apagan.
Sobre la torre roja me toca vigilar:
cada chispa en la almohada,
la boca de mi madre con dos vueltas de llave,
las palabras que cuentan y los días contados,
las linternas que talan la noche de los sueños,
las vísceras al aire de la selva.

Se encienden y se apagan marquesinas.
Me toca resguardar:
la lengua en llamas de la sordomuda,
el camino salvaje,
las ollas donde hierve sus colores el bosque,
las cartas del exilio que te rompen la boca
y el que maquilla espejos con estrellas de talco.

¿Y los escombros que acarrea el insomnio?
¿Y el ahogado golpeándome la puerta?
¿La que busca en el horno la rosa de la muerte?

Sobre la torre roja yo vigilo.
El ojo del patrón engorda el ganado.

APAGONES

I

Apagones, pantanos. Me despierto empujando
cifras de la catástrofe, puertas cerradas, animales de
pelambre espesa.

Me levanto empuñando horas vacías, soles cuadrados,
muebles viejos. Lo mío es empujar
los troncos desmayados a mitad del decir,
los caracoles de la desmesura.

En un mundo de cosas,
al día hay que empujarlo como a un hogar en ruinas.
Apagón, pesadillas
que viven debajo del vendaje
y voces engrilladas a la pata de un barco.

Me acuesto tras ordenar el hielo
y despierto empujando
las altas torres de osamenta y furia.

Jorge Boccanera. Monólogo del necio (Editorial Patria Grande, 2015).

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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