Ilustración de Mrzyk & Moriceau
A esta boca día a día la miro crecer
y aparenta que el silencio hipócrita se rinde crece
junto a las palabras no dichas,
como los pensamientos tienta abrirse y acercarse un
sol la ayuda a moverse en su rincón quieto
y se entreabre como una verdadera boca
como ese sonido que aún no encuentro.
A menudo no hablo
y un solo reloj palpita en las dos raíces en la
boca y en mí,
pero aún la guerra estalla en silencio y nada escucho.
Se cierra toda y no amanece
descuelgo mi máscara
y gana la memoria.
II – En Mis Huecos
La ausencia se atreve y
encarniza con fuerza de comienzos
se instala en mis huecos inocentes ronda
/ provoca
ajena al castigo permanece
no sé dónde vaciarla
por dentro se adueña, anuda mi garganta
se hospeda entre mis pechos
y se extiende en el viaje de mi entraña
y encuentro el pozo que acongoja,
froto con mis yemas inexpertas
ese aire que se escapa
y no respira y no me alcanza.
III – Mes A Mes
El rojo que delata insiste en mi cuerpo y
puntual tiñe la ofrenda, brilla descubierta,
trepas al altar de los muros escondidos
y resurjo en tus manos dueñas,
mi eslabón en vos y tu cabeza en mi vientre
construyéndome.
IV – Desde Enero
La espera estalla en el encierro de mi cuerpo colgada
desde el borde recorre resiste al pozo .
/inundado
y giro la cuchara, esa espada sobre la bolsa de té, y en ese
espejo turbio me miro
te busco también
es la prisión de un día otro.
V- Furia
se juntan los restos de una
estación más
el viento torea mi puerta
buscando latidos que aún lo dejen fértil,
recorre la calle en que vivo
tirano provoca las ramas peladas
y estos últimos días de agosto da lujo a su apetito
el pino aún no se ha quebrado
resiste crece me sostiene
es que yo tampoco sé dónde estás
VI
Tendida, reunión de mis vértices huellas
huecos extremos,
y alinear estos puntos cardinales
donde la piel escucha no traiciona
donde menos descansa la ausencia,
y saber que aún espero.
VII – Ayer
Cerré la puerta y
hablaron los vasos sedientos amontonando
/ esos labios de ayer,
en busca de un aliado para no callar
el último rayo de música creció eco en el aire,
la entretela de humo delatada por la triangular luz/
cayendo desde la lámpara,
faro resistiéndose a la espesura de la nube,
y desbordando la boca de los ceniceros las colillas / con
besos anónimos
atrás de esta neblina
dos retratos fieles se adueñan del diario espacio
/ de mis ojos,
y junto a los almohadones ahuecados del murmullo / de
los cuerpos
el consuelo de las copas saciadas de sed
la alfombra, esta piel que me es conocida
sosteniendo el invisible deseo de correr,
junto con los vasos libros apilados latas de cerveza la
gota de agua desbordando las copas y
suena un hueco final sobre metal pegado
/ a servilletas usadas
los platos vados regalos desnudos
el humo que aún me envuelve,
las horas de ayer.