Por: Juan Guillermo Ramírez
«La película es como un campo de batalla, amor, odio, acción, violencia, muerte. En resumen, un conjunto de emociones».
Samuel Fuller (1912-1997).
De África a Checoslovaquia, pasando por Francia, Bélgica, e Italia, The big red one (1980), como buena película de un viejo reportero de guerra a la estadounidense, traza una crónica de hechos guerreros observados con la receptividad emocional, la angustia vital, el miedo y la inseguridad de un grupo de cuatro jóvenes soldados, encabezados por un sargento –interpretado por Lee Marvin-, y miembros de la Primera División de Infantería de los Estados Unidos.
El equilibrio entre la acción y el recuerdo, la historia y la memoria, lo coral y lo individual, la amplitud de las incidencias históricas vividas por los soldados rasos en cuyas apariencias, temores e inseguridades, fueron siempre los obsesivos intereses centrales en la génesis del proyecto de Samuel Fuller.
Después de haber comenzado con su extensa carrera cinematográfica desde 1949 con Balas vengadoras, y después de haber trajinado por los diferentes géneros cinematográficos, uno de los últimos genios del cine estadounidense, realiza en 1980, su más reciente filme, Sans spoir de retour (1989), una extraña tentativa, por lo menos híbrida, para conquistar las formas de hoy.
Y es que Samuel Fuller trabajó para el clip el Neo-policíaco. Esta es una película improbable, encerrada entre el deseo estrangulado de encontrar en Hollywood la realidad del cine contemporáneo. La postura del cineasta es parecida a la del personaje de la película. Fuller es ya un mito que intenta encontrar un cuerpo de cineasta, un sueño que lucha contra su propia memoria. Su lugar como director de cine, lo representa él mismo en la película.
Como jefe de la policía, Fuller aparece en una secuencia nostálgica, en donde él no es más que una sombra gigante y una voz. Cineasta sin ley ni lugar como su protagonista, Fuller escogió filmar los exteriores de su película en Lisboa, es decir, en ninguna parte. Una utopía, un milagro, una ciudad perdida en el extremo de Occidente –y llegan a la memoria imágenes de El estado de las cosas de Wim Wenders, otro cómplice del viejo Sam-. El título hay que tomarlo literalmente, al pie de la letra, como una confesión del cineasta, a él mismo y al espectador: sin esperanza de volver. Sí, entendiendo el lugar del retorno a Hollywood.
«Sam Fuller es un cineasta que no necesita presentación; fue un individuo único, todo un personaje en sí mismo, un ‘outsider’ del cine estadounidense cuya vida fue tan intensa e interesante como sus propias películas: reportero avispado, veterano de guerra, novelista, director de culto… Realizó la mayor parte de sus trabajos durante los 50 y los primeros 60, casi siempre dentro de los parámetros de la serie B, tras un corto y azaroso paso por la producción de primera línea».
Cuando Godard pidió a Fuller hacer de sí en Pierrot, el loco (1965), dio instrucciones a Belmondo para preguntarle “¿Qué es el cine?”. Fuller improvisó la perfecta definición de lo que es, al menos, es ‘su’ cine: “Una película es como una batalla. Amor, odio, acción, violencia y muerte. En una palabra, emoción”.
Uno de los culpables del recuerdo que hoy sentimos por Samuel Fuller es “Nosferatu”, la revista española monográfica de cine que en su número 12, le dedica sus escasas 113 páginas a la vida y a la obra de Samuel Fuller. Y comienza a desfilar en acertados y agudos estudios, como el de ‘El western visto por Fuller’, de José María Latorre, o ese inolvidable retrato de palabras escrito y dibujado por Quim Casas: ‘De Ford a Wenders, influencias y devociones’, o esa larga entrevista que se transforma en una sola colcha de recuerdos y de encuentros propiciada por M. Vidal Estevez y Toni Partearroyo.
Filmografía
1989 Calle sin retorno
1984 Ladrones en la noche
1981 Perro blanco
1980 Uno Rojo, división de choque
1973 Con furia en la sangre
1969 Shark! Arma de dos filos
1964 Una luz en el hampa
1963 Corredor sin retorno
1962 Invasión en Birmania
1961 Bajos fondos (Underworld U.S.A.)
1959 El kimono rojo
1957 Cuarenta pistolas
1955 La casa de bambú
1954 El diablo de las aguas turbias
1953 Manos peligrosas
1952 La voz de la primera plana
1951 Casco de acero
1950 The Baron of Arizona
1949 Balas vengadoras (Yo maté a Jesse James).