A nueve paradas más

Por: Lina Gómez

No esperes más, todos vamos a la 179. Señora rubísima, pálida como un Roy, ropa negra, ¿sale de un funeral? ¿Viene al funeral? A mi funeral en Jamaica 179 st. Todos invitados, súper invitados, híper invitados, archímegainvitados a mi funeral. Señora rubísima, ¿por qué se bajó en Roosevelt? Usted era la primera concurrente, la vamos a extrañar.

Cuatro árabes agarrados de una sola baranda hablan de deportes y son geeks, ¡ustedes! Sí,  ustedes, están invitados a mi funeral en Jamaica 179 st.

Señor a la derecha, con seguridad no entiende el idioma en el que escribo, parece chino, no estoy segura, qué pena mirarlo para que también asista a mi funeral en Jamaica 179 st.

Señora con cabello corto, pulcra hasta la conciencia, ¿qué hace? ¿Qué putas hace? ¿Qué condenados demonios gárgolas hace sujetando la baranda con un trapo? Le falta cotidianidad, señora, me da vergüenza pero usted no está invitada a mi funeral.

Familia nuclear china, niñacoche, hombrebolsa, mujernolloresmás… Se ven muy tensos, tal vez necesitan relajarse,  también están invitados.  Nueve paradas más.

Árabes desagradables, señor chino, ¿cómo pudieron bajarse? Los voy a extrañar. Señora pulcra de cabello corto, ¿cómo se sienta a mi lado después de tantas cosas? Igual no pensaba invitarla.

Pareja americana, ella asienta la cabeza en su hombro, él salió de trabajar y lleva un chaleco azul para el frío,  yo también tengo frío, pero no puedo parar de pensar en el hecho de que asistirán muchos que no tendrían por qué estar, de todos modos este es el vagón de los infelices y todos vamos a Jamaica 179 st.

Forest Hills-71. Adiós señora con gafas cuadradísimas, adiós señor de cabello naranja, adiós familia latina. Adiós. Se ilumina la vía. Esa pared y su grafitti dicen «cuerdo», pero nadie va cuerdo a Jamaica 179 st.

Parsons Boulevard. Familia afro, todos con trencitas, adiós. Adiós señora pulcra. Hola señor de camisa roja y chaqueta militar, aléjese de mí un poquito, huele horrible. No está invitado. No, no. También se fue la pareja congelada, casi no queda nadie para mi funeral.

Van Wyck. Señor negro en la puerta escuchando música,  mueve la cabeza, lleva la vida con ritmo. Está invitado.

Tipo muy blanco al otro extremo, usted y su camisa de colores bobmarlianos me caen bien, pero no quiero que llegue trastornado a Jamaica 179 st. Niña con brackets que sonríe sin parar, por favor bájese en 165 st, los felices no son aceptados en la 179. Adiós.

Familia china, señor de la música,  hombre maloliente,  tipo bobmarliano, niñabrackets, ya vamos a nuestro destino. Mis asistentes ya están aquí.

*Lina Gómez tiene 15 años, nació un 6 de diciembre, siempre ha vivido en Pereira. Le encantan los macarrones con queso y mirar películas. Escribe porque fracasó en todo lo demás, y aunque cree que también fracasa escribiendo, por lo menos lo disfruta.  Este fue su texto para el taller de crónicas realizado en marco del FELIPE III (3er Festival de Literatura de Pereira) en octubre de 2016. Fotografía de Felipe Chica.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

Un comentario sobre “A nueve paradas más

  1. Me encanta cómo situas un entorno desde la mirada de cualquier transeunte… Cada olor, cada detalle,cada palabra justa. Es un buen cuento, y sin duda, un gran comienzo para una escritora que ojalá siga fracasando de nuevo, fracasando mejor.

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