Ilustración de Maurus Suárez Trujillo, cortesía de El Dibujadero.
AGUA NEGRA
Agua negra que estás en el cielo
y desciendes con furia
en las bocas de los pobres…
Agua de los desperdicios
agua de las cloacas
agua negra del dolor
agua negra de las confesiones
del apremio físico
del costillar mordido
del golpe cobarde y sordo,
del ematoma.
Agua negra que sacude
la vida
el aire
las 7 capas del cielo.
Agua negra, espesa, difícil
de tragar.
Agua negra que duele
Agua negra que marcha
como una sombra helada
delante y detrás
de un cuerpo lacerado
sin fuerza ya para gritar
porque el agua negra
baja con furia
sobre la vocación humana
de los hombres.
MIS ZAPATOS
Mis zapatos están rotos
y ya no se pueden
volver a arreglar.
Tienen la edad del tiempo
y de las eras,
la desventura del hombre pobre.
Pobre, no es quien no tiene
que comer,
sino el que no tiene la
posibilidad de elegir.
Y mis zapatos, ya no tienen
puntos cardinales.
Mis zapatos están rotos.
Y ya no podré colocarles
diarios adentro
para que no se me congelen
las costillas.
Ahora, mis zapatos, que tienen
la edad del viento
me muestran, al costado
de mi cama, el dolor del mundo,
la triste desventura humana.
DESEMPLEO
Abro el diario buscando el aviso
que no me dará un empleo.
Llueve afuera
y el frío, golpea como un puño
sin piedad
las paredes cada vez mas débiles
de una casa transitoria
como todo en la tierra.
No hay trabajo.
No hay empleo.
Sólo he visto
vendedores de humo,
contadores de suicidas
(siempre hay vacantes en la morgue)
rociadores de campos de Soja
sin problemas de horario
y traslados a cualquier parte
del país del hambre.
Abro el diario buscando el aviso
que me dará de comer hoy,
acaso mañana.
Ya van tres semanas que vuelve
a salir el aviso de los rociadores
de agrotóxicos.