Foto: Saragapi.
Me gusta Literariedad. ¿Por qué?
Para empezar, porque cumple quizá sin proponérselo con las propuestas minimalistas del autor de «El barón rampante», con esas señales que nos alivian de la pesadez, de la falsa morosidad del erudito y de la inexactitud disfrazada de imaginación.
Me gusta porque no cae en la tentación gimnasta de crear cofradías manejadas por el oportunismo.
Me gusta, por supuesto, la multiplicidad de visiones que logra la publicación en cada número.
Sin acudir a los medios masivos tiene más ojos que Argos para mirar el entorno literario.
Encuentro en Literariedad un refugio para la diversidad, voces plurales que no trafican en el toma y dame que propician otros espacios de la simulación.
Siempre, en cada edición de Literariedad hay algo memorable. Me complace que sigan dando una batalla por el rigor.
Juan Manuel Roca