Por: Víctor Galeano *
Entre todos mis trabajos este es el que más me gusta. Cada que lo repaso descubro cosas nuevas de mí, cosas que ya estaban ahí, de manera intuitiva quizá, pero de las cuales no era muy consciente. Cuando fui a hacer las fotografías yo era un completo novato y a pesar de ello lograba esas imágenes tan similares a las que busco hoy con otro criterio, más elaborado, más formado. Sin embargo, siento que las líneas que definen todo mi trabajo ya estaban en estas primeras fotos.
La historia de Punta del Este es bella y triste a la vez. Es una comunidad de desplazados que vive en la zona de baja mar del puerto de Buenaventura, una región disputada por los paramilitares debido a los proyectos de ampliación del puerto. Allí un grupo de once muchachos había recuperado una vieja tradición de sus abuelos: la fiesta de los matachines, esos personajes de comparsa que llevan a Cristo a la muerte durante las procesiones. El 19 de abril de 2005, una semana antes de la fiesta, los muchachos fueron invitados a jugar un partido de fútbol fuera de su barrio. Prometían $200.000 al equipo ganador. Era una trampa, un señuelo: los once fueron asesinados y sus cuerpos aparecieron con signos de tortura cerca al río Dagua. En la matanza hubo otra víctima de quién nunca se conoció su identidad.
Ese año no hubo desfile de matachines, pero después, año tras año, la comunidad ha seguido conmemorando la fiesta con un sentido nuevo, honrando la memoria de sus doce muertos, incluyendo aquel desconocido al que las familias adoptaron como si fuera propio.
(*) Víctor Galeano es fotógrafo y vive en Pereira. Ha sido ganador del premio de periodismo del Círculo de Periodistas de Bogotá y sus trabajos se han publicado en revistas como SoHo, SEMANA y El Malpensante.
Tremenda mirada… dramática, tenebrosa, llena de dolor, pero muy sensible.
Impresionante realidad del puerto matizada de color rojo …dolor en imagen
¡Sublime trabajo! Gracias por recordar a esos mártires, en el país que no tiene memoria.