Roberto Juarroz*
2
El otro que lleva mi nombre
ha comenzado a desconocerme.
Se despierta donde yo me duermo,
me duplica la persuasión de estar ausente,
ocupa mi lugar como si el otro fuera yo,
me copia en las vidrieras que no amo,
me agudiza las cuencas desistidas,
descoloca los signos que nos unen
y visita sin mí las otras versiones de la noche.
Imitando su ejemplo,
ahora empiezo yo a desconocerme.
Tal vez no exista otra manera
de comenzar a conocernos.
8
El fruto es el resumen del árbol,
el pájaro es el resumen del aire,
la sangre es el resumen del hombre,
el ser es el resumen de la nada.
La metafísica del viento
se notifica de todos los resúmenes
y del túnel que excavan las palabras
por debajo de todos los resúmenes.
Porque la palabra no es el grito,
sino recibimiento o despedida.
La palabra es el resumen del silencio,
del silencio, que es resumen de todo.
11
El ojo traza en el techo blanco
una pequeña raya negra.
El techo asume la ilusión del ojo
y se vuelve negro.
La raya se borra entonces
y el ojo se cierra.
Así nace la soledad.
17
Detener la palabra
un segundo antes del labio,
un segundo antes de la voracidad compartida,
un segundo antes del corazón del otro,
para que haya por lo menos un pájaro
que puede prescindir de todo nido.
El destino es de aire.
Las brújulas señalan uno solo de sus hilos,
pero la ausencia necesita otros
para que las cosas sean
su destino de aire.
La palabra es el único pájaro
que puede ser igual a su ausencia.
37
Mientras haces cualquier cosa,
alguien está muriendo.
Mientras te lustras los zapatos,
mientras odias,
mientras le escribes una carta prolija
a tu amor único o no único.
Y aunque pudieras llegar a no hacer nada,
alguien estaría muriendo,
tratando en vano de juntar todos los rincones,
tratando en vano de no mirar fijo a la pared.
Y aunque te estuvieras muriendo,
alguien más estaría muriendo,
a pesar de tu legítimo deseo
de morir un minuto con exclusividad.
Por eso, si te preguntan por el mundo,
responde simplemente: alguien está muriendo.
45
La parte de sí
que hay en el no
y la parte de no
que hay en el sí
se separan a veces de sus cauces
y se unen en otro
que ya no es sí ni no.
Por ese cauce corre el río
de los cristales más despiertos.
79
Primero,
pintar retratos sin modelo.
Después,
pintar autorretratos sin modelo.
Quizá se pueda entonces
pintar la nada con modelo.
92
Las cosas nos imitan.
Un papel arrastrado por el viento
reproduce los tropezones del hombre.
Los ruidos aprenden a hablar como nosotros.
La ropa adquiere nuestra forma.
Las cosas nos imitan.
Pero al final
nosotros imitaremos a las cosas.
Poemas tomados de Poesía vertical
*Roberto Juarroz, escritor argentino, nacido y fallecido en la provincia de Buenos Aires (5 de octubre, 1925 – 31 de marzo, 1995).
Profesor de la Universidad de Buenos Aires durante treinta años y director del Departamento de Bibliotecología y Documentación de la misma durante quince de ellos. El exilio lo llevó a pasar varios años fuera de su patria. Durante ese período viajó por varios países y realizó actividades relacionadas con la literatura y la cultura en general, como ser bibliotecólogo para la Unesco y la OEA en diferentes países. Junto con Mario Morales dirigió veinte números de la revista Poesía = Poesía entre 1958 y 1965. Desde junio de 1984 fue miembro numerario de la Academia Argentina de Letras.
Su obra poética, publicada de manera muy distintiva, consta de quince tomos, catorce de los cuales se titulan Poesía vertical más un número de orden, y tan sólo uno de ellos posee un nombre distintivo, que es Seis poemas sueltos. Por otro lado, existen libros de sus ensayos, entre los cuales destacan Poesía y creación, Poesía y realidad y Poesía, literatura y hermenéutica, también con títulos curiosamente reiterativos.
Me atrevo a decir que el contenido de ésta poesía contiene bastante de lo filosófico