«Rituales del azar», de lo cotidiano a lo existencial

Por: Léonie Sofía Garicoïts

 

Carolina Zamudio. «Rituales del azar», Editions Villa-Cisneros, Francia 2017. Bilingüe español/francés. Traducción de Rémy Durand.

 

A todos nos sucede que lo primero que nos llama de un libro es el título, el nombre con el que el autor definió y signó su obra. Nos atrae o nos repele, nos provoca o desafía. «Rituales del azar» me inquietó. Es el mejor pie para iniciar la lectura de un poemario, se recorren los poemas provocados por la inquietud, la curiosidad, buscando la complicidad con el poeta, ese sentir que logra descubrir su mundo.

No conozco personalmente a la poeta Carolina Zamudio, la descubrí en «Rituales del azar», y valoré en extremo la certeza del título cuando comencé a desgranar sus poemas y percibí la sutileza con la que, a través de lo cotidiano, nos lleva de la mano a lo más existencial; cómo los rituales de la vida descubren el trasfondo de lo más íntimo del ser humano.

Con versos libres, rigor en la elección de las palabras y disciplina en el acto de la corrección, como lo señala la propia poeta Zamudio en la entrevista que le realizó Anna Lombardo desde Italia: «Escribo, con la belleza como norte, para unir piezas rotas y –de forma desordenada– intentar recomponer el caos. El método llega al momento de la corrección, que implica un proceso de sufrimiento y goce a la vez, hasta llegar a sentir algunas pocas veces que el texto no me pertenece, que me fue dado para ser dicho. Si eso sucede al menos con algunos de los poemas de un conjunto, creo que ya están listos para compartirse». Carolina nos lleva de la mano a través de su mundo y nos descubre nuestro propio mundo, nos interroga, nos sacude, nos inquieta en lo profundo: «Como estas palabras que aún no/ son pero quieren/ la suavidad del vino en la boca». Ser mujer, ser poeta, ser conceptual y sencilla a la vez en la palabra, son desafíos que muy pocas veces se logran sortear con éxito, en el caso de Carolina Zamudio puedo decir que su ser femenino suma a sus versos sensibles:

 

Centro y fin

II

La vida no está allá

ni entonces.

La vida es esta

este aliento, esta piel

esta sensación de pozo seco

de colmena abandonada

de centro y de fin.

 

III

El vacío tiene el peso

de lo absoluto

nunca menos.

 

Luz

Femenina

en lo que un día se duele

desentrama se incendia

cuando lo sangrado es luz.

 

Estos versos, elegidos al azar dentro de otros muchos, unen lo cotidiano de la mujer, de lo femenino, a lo trascendente de lo humano, en ese juego poético que tan bien conduce Carolina Zamudio.

Como señala la poeta en la entrevista referida, «la poesía es algo que sucede casi a expensas del poeta. Es un soliloquio que llega, en su mejor versión, hasta lo más profundo de su esencia. Si la soledad del poeta es tanto una dicha como una condena, la recompensa ante tal confinamiento puede ser la vibración del otro al momento de recibir aquello a lo que solo se llegó gracias a horas y horas de transitar el silencio, el de las palabras y el de los pensamientos».

En su poesía no hay transigencias con lo fútil, con «la convención, precaria de la felicidad»; no escapa a lo duro de lo cotidiano, a los miedos, a las preocupaciones… no le hace asco a la muerte. Logra pasar de lo oscuro y llegar a lo luminoso, del frío a la tibieza, «es mentira el día/ sin ojos que lo vean».

Logra la metamorfosis del gusano en mariposa, quizás por ello la invoca en sus versos: «Vuela una mariposa y su impudicia/ modesta síntesis de mundo en los ojos» o «En tierra de mariposas/ a la caza de sofismas»

(N. del E.: el Caribe colombiano, donde la escritora vivió). Esa mariposa, ser que no sólo significa la transformación y evolución en la vida, sino también la posibilidad de volar entre el mundo de los vivos y de los muertos. También como la posible reencarnación en mariposa para cuidar a los seres queridos, vuela libre entre los versos de la poeta dejando su estela.

Por si fuera poco, en «Rituales del Azar» se nos regala también la traducción que de los versos de Zamudio hace Rémy Durand: el ir venir del original a su traducción enriquece la lectura y ayuda a penetrar aún más en lo universal del poema.

Resulta un disfrute mayor leer “Codicia” en su lengua original y en su traducción al francés, la cadencia y el ritmo en las dos lenguas logra que la maravilla de las palabras nos envuelvan y nos lleven a registros más profundos.

Como ejemplo de lo que he querido transmitir sobre estos poemas, quisiera compartir uno de ellos:

 

Los zapatos en la hamaca

Los zapatos de la muerta en la hamaca. Aparecieron en sueños. Me empujaron al día. Estaban justo debajo de la hamaca en el patio de mi casa. Eran cerrados, color cobre. Era el patio de la casa de mi madre. Mi casa. Era la hamaca de mis hijas: Ella. Esos zapatos eran de la muerta. ¿De quién? Sólo supe que había muerto.

La memoria trae sueños muertos desconocidos. Profanados.

¿Quiénes son estos a quienes la vigilia trae en sueños?

No son míos. Despierto sólo para recordarlos.

Me altera su urgencia de que los recuerde.

¿Salvarlos del olvido?

¿Necesitan descansar en paz? Como yo.

No me dejan.

Mi conciencia en reposo se resiste a morir.

Despierta y vive muertes.

Cierta memoria aún vive en mí.

O vivo para revivirla.

Al alba, junto conmigo.

Como bien señala Berta Lucia Estrada Estrada en el Blog «El Hilo de Ariadna», del diario colombiano El Espectador, ««Rituales del azar» invita a muchas lecturas, a muchos viajes».

Léonie Sofía Garicoïts. Montevideo, 23 de Junio de 2017.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

2 comentarios sobre “«Rituales del azar», de lo cotidiano a lo existencial

  1. Este es el ensayo a que hace alusión Léonie Sofía Garicoït
    «Me gustaría decir que conozco a Carolina Zamudio (Argentina, 1973) desde hace algunos años, ¿quién no conoce su nombre en Colombia ?; me refiero, por supuesto, a los lectores de la poesía. Sin embargo, sólo hasta hace poco tiempo comencé a leer su trabajo, sin que ninguno de sus versos me haya decepcionado.» (Leer más en mi blog El Hilo de Ariadna):
    http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/rituales-del-azar-carolina-zamudio
    Berta Lucía Estrada Estrada
    Escritora, poeta, crítica literaria y de arte, bloguera.

  2. Este es el ensayo sobre Rituales del Azar al que hace mención Léonie Sofía Garicoïts:
    «Me gustaría decir que conozco a Carolina Zamudio (Argentina, 1973) desde hace algunos años, ¿quién no conoce su nombre en Colombia ?; me refiero, por supuesto, a los lectores de la poesía. Sin embargo, sólo hasta hace poco tiempo comencé a leer su trabajo, sin que ninguno de sus versos me haya decepcionado». (Leer más en mi blog El Hilo de Ariadna):
    http://blogs.elespectador.com/cultura/el-hilo-de-ariadna/rituales-del-azar-carolina-zamudio
    Berta Lucía Estrada Estrada
    Escritora, poeta, crítica literaria y de arte, bloguera

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