El tipo de la chaqueta negra

Foto: Kevin Yesid Cuartas. Finca Calamar.

Por Santiago GrajalesJhon Arbey Torres, Camilo Cabrera SachezKevin Yesid González *

Leonardo Cuartas es un señor que tiene treinta y siete años y vive en la vereda Chara desde su niñez, y tiene una hija de once años que se llama Daniela. Actualmente vive solo porque se separó de su mujer hace un año. Él es alto, acuerpado, y tiene pelo negro, además es una persona muy buena gente cuando lo saben tratar, es trabajador y a veces se pone triste por los problemas.

Leonardo Cuartas, es un guadañador y cogedor de café y le gusta el trabajo, vive en una finca llamada Calamar. Leonardo tiene cultivos como plátano, café, mangos, yuca, naranja, mandarina y limón. La casa es muy bonita y tiene buena divisa hacia el corregimiento de Zaragoza, la finca tiene cinco hectáreas de tierra.

El sábado 21 de enero de 2017, en la noche, Leonardo Cuartas estaba tomando cerveza en un bar y vio que un tipo enchaquetado entró y se hizo al frente de donde él estaba. A los cinco minutos el tipo de la chaqueta negra se salió, y a los veinte minutos Leonardo también salió del bar y vio de nuevo al tipo de la chaqueta. Entonces Leonardo se fue para otro bar y el tipo lo siguió y se sentó junto a él y le hizo unas preguntas. Leonardo se las contestó y se devolvió para el bar donde estaba hacía un rato, se tomó su cerveza y vio que el tipo regresó. Al parecer lo estaba siguiendo. Cuando el enchaquetado vio a Leonardo solo, se sentó junto a él, pidió una cerveza para los dos, y se pusieron a dialogar. Al momento de abordarlo, Leonardo «presintió la cosa maluca», en ese momento el tipo llamó a una mujer y le dijo que lo esperara por « Las muñecas» -que es un prostíbulo que queda ubicado en la ciudad de Cartago-, que él ya iba para allá en dos minutos. Leonardo se salió del bar, prendió la moto y cuando iba a arrancar, el tipo de la chaqueta negra se le subió atrás. Leonardo no sabía lo que estaba pasando, el tipo le pegó un grito para que mermara la velocidad porque se iban a estrellar. El enchaquetado le dijo que se orillara porque Leonardo iba muy borracho, entonces Leonardo apagó la moto y se entró para otro bar. Leonardo perdió su sentir.

Al otro día, cuando se despertó, amaneció en una residencia. Se fue para el baño a vomitar, se acostó y se puso a pensar cómo lo habían robado de fácil. A las ocho y media de la mañana, se levantó y se bañó. Al salir le pregunto a la empleada de la residencia qué quién lo había llevado hasta allí y ella le dijo que «un tipo de chaqueta negra». Leonardo fue a mirar las cámaras y ahí estaba todo grabado. «He vivido toda mi niñez en mi finca, me robaron tres celulares, trescientos mil pesos, mi moto AKT 150, y los papeles que estaban nuevos », comenta Leonardo con rabia y a la vez triste.

Crónicas desde la montaña - Revista Literariedad
Foto: Kevin Yesid Cuartas. Paisaje.

(*) Santiago GrajalesJhon Arbey Torres, Camilo Cabrera SachezKevin Yesid González *

Somos cuatro jóvenes que nos gusta averiguar historias que le pasa en la vida a la gente. Nos gusta mucho el campo porque hay más tranquilidad. Nos gusta leer historias.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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