Emigrando hacia las dificultades

Por: Karen Andrea Martinez Rúa y Estefanía Gómez Marín *

 

El colegio Simón Bolívar se encuentra ubicado en la zona rural que pertenece al municipio de Cartago, Valle. El colegio hoy en día es pequeño en la parte física, los salones son grandes y están en buen estado, pero se necesita un salón de más para el tercer profesor de bachillerato, y otros para el salón de química y sistemas.

El colegio necesita muchos recursos económicos. Como no cuenta con una cancha organizada para que los estudiantes se diviertan, hay alumnos que no se entienden como compañeros o en los grupos de trabajo. También contamos con cosas buenas en el colegio como que los estudiantes protestan para que haya una buena alimentación y para que vuelvan a poner los grados 10 y 11, lo que permitiría que los estudiantes se gradúen en el mismo colegio.

Que en el mismo colegio haya el grado 10 y 11 permitiría que los estudiantes no se tengan que ir a otra institución. Este fue el caso de María Fernanda Martínez, una joven alta con cabello ondulado, piel blanca, que tiene 18 años de edad. Actualmente, cursa el grado 11º, su situación en general es difícil porque la desplazaron de su finca en Modín, en la que vivía con su abuela Deura Ester Rúa que tiene 83 años de edad, su abuelo Bartolomé Toro que tiene 84 años de edad y su hermana Andrea Martínez, que tiene 16 años de edad y cursa el grado noveno, a ella próximamente también le va a tocar desplazarse al municipio de Cartago dejando a sus abuelos solos, si no se arregla la situación de los grados 10º y 11º.

 

Institución Educativa Nueva Granada Sede Simón Bolívar.
Institución Educativa Nueva Granada, Sede Simón Bolívar. Modín, Valle del Cauca.

María Fernanda tenía una responsabilidad con sus abuelos, que era cuidarlos y estar pendiente de que tuvieran muy buena salud, les daba sus medicamentos y los llevaba al control. Pero la joven se tuvo que ir a vivir a Cartago donde sus tíos María Yarledy que tiene 45 años de edad y José Aníbal que tiene 47 años de edad y la hija de ellos que se llama Estefany Martínez y tiene 23 años de edad.

A María Fernanda le toca trasportarse todos los días desde Cartago al corregimiento de Zaragoza para terminar de hacer el grado 11º,  este año se graduará y al terminar su bachillerato va a comenzar a estudiar porque quiere ser alguien en la vida. Esta es la historia de María Fernanda Martínez que le tocó irse de donde sus abuelos, a los que quiere mucho, porque tiene que terminar sus estudios.

Le preguntamos a Silvia Martínez, rectora del colegio Simón Bolívar, por qué motivo quitaron los grados superiores y ella nos respondió: «El 10 y el 11 se quitaron porque no era legal, es decir, no había una resolución de funcionamiento, quiere decir que esos grados en la Nueva Granada nunca existieron legalmente, los estudiantes se graduaban en el Ramón Martínez Benítez porque este si tenía una resolución de funcionamiento, entonces hicieron el acuerdo de que los estudiantes se les daba el título desde la I.E Ramón Martínez Benítez», eso era aprobado por la secretaria de educación Lida Piedrahita para que en la zona rural hubiera 10 y 11. Cuando eligieron un nuevo alcalde, cambió la secretaria por otro secretario llamado Juan David Piedrahíta quien no aprobó que siguieran haciendo ese acuerdo, entonces decidió que en la Nueva Granada a partir  del 2017 no dictaran clases para 10 y 11, por eso fue que se acabaron estos grados en la institución.

Por ese motivo las madres de los estudiantes del grado 9º y 10º mandan tutelas para que vuelvan a poner los grados 10 y 11º,  para que sus hijos no tengan que viajar todos los días. Como la Nueva Granada dejará de existir las sedes de la zona rural pasarán a la institución Zaragoza que queda a una hora y media de Modín, y se cambia a la rectora por el rector Germán Castaño  del colegio Zaragoza. Le preguntamos a la docente de matemáticas Silvia Juliana Martínez Zafra qué pensaba de esta situación y nos dijo que a ella le parece una situación muy injusta, porque las personas que lo hicieron  no pensaron en la situación de las personas del campo. Además, cuenta que la experiencia de ella en la sede Simón Bolívar ha sido buena: «Me ha gustado enseñar acá en el colegio porque cuando yo llegué los estudiantes no se entendían y había muchos conflictos o peleas. Los alumnos estaban acostumbrados a que todo fuera en tablero, pero ahora ya comenzaron a trabajar solos, hacen los trabajos autónomamente».

Institución Educativa Nueva Granada Sede Simón Bolívar-
No puede haber silencio.

Otro caso difícil es el del estudiante Joan Sebastián Castro. Él era estudiante de la I. E.  Nueva Granada, solo cursó hasta el grado 10º y de ahí se tuvo que desplazar al colegio María Nalia Ortiz Ormaza en el corregimiento de Villa Rodas que queda a una hora y media de su casa. Actualmente, cursa del grado 11º, tiene que desplazarse todos los días en el trasporte de las 6:30 am. Joan se levanta a las 6 de la mañana para arreglarse, para no faltar a clases. Los estudiantes de Villa Rodas cuentan con un  trasporte que los recoge en la Germania, pero Joan no alcanza el trasporte, por lo cual tiene que irse en el turno de las 6:30. Joan paga labor social y no todas las veces puede ir a almorzar a la casa y volver al colegio a pagar labor social, porque no tiene la facilidad de poder trasportarse y a la hora que pasa el turno es muy tarde para que pueda seguir con su labor y cuando se tiene  que quedar en el colegio, llega un poco tarde a la casa. Esta es la situación que le tocó vivir al estudiante Joan Sebastián por quitar el 10º y 11º.

Freddy Mejía se graduó en el año 2016 en la I.E Nueva Granada, llevaba estudiando aproximadamente desde el grado 0 en la institución. Él nos cuenta, que en el caso de que le hubiera tocado desplazarse al pueblo para acabar sus estudios no lo hubiera hecho, porque le hubiera quedado  muy duro y no tenía la forma de desplazarse todos los días hacia otro colegio, además porque nunca le ha gustado la ciudad, porque siempre ha sido del campo y la cuidad «me agüeva», como el mismo lo afirma. También dice que  sería muy  duro para él  dejar a sus «cuchos» solos y a la gente que lo rodea.

Para los estudiantes de grado noveno es muy difícil tener que dejar el colegio que los vio crecer. Lorena Campo asegura que va a ser muy duro porque le va tocar desplazarse a otra institución: «Me tocaría ir a vivir a Cartago, dejando a mi familia las labores de la casa, porque ya me tocaría ponerme a estudiar por la mañana y trabajar por la tarde, para ayudarle a mi tía que me va a dar vivienda mientras acabo mis estudios». Laura Estefanía   que también está en el grado noveno dice que si el próximo año no ponen el 10º y el 11 le va a quedar muy duro desplazarse de donde vive hasta el colegio, ya que tocaría madrugar más y la llegada a su casa sería más tarde de lo normal. Andrea Martínez nos cuenta que es una situación muy dura porque ella lleva estudiando en el colegio desde segundo grado, para ella es muy triste, porque ella quiere mucho el colegio que la vio crecer. Para ella la situación de los grados 10 y 11 es muy mala noticia porque le va tocar desplazarse al municipio de Cartago a estudiar en otra institución, y así como su hermana, dejar a sus abuelos a los que quiere mucho.

 ¿Será que el gobierno no quiere a los jóvenes del campo? ¿Porque somos del campo no quiere que aprendamos?

 


(*) Karen Andrea Martinez Rúa y Estefanía Gómez Marín. Nos caracterizamos por ser muy alegres, nos gusta mucho jugar fútbol y reírnos de cómo jugamos. Nos gusta escuchar música.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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