Imagen de una lágrima de una peatona
Presentamos esta selección de poemas de la poeta y traductora argentina Griselda García porque recoge la esencia de la edición: cada poema en sí mismo es una poética de fuego desde donde nos hablan las mujeres.
«El llamado de la sangre» y otros poemas
La tarde cae sobre los restos del té
los chinos de las tazas
se escaparon
dejándonos a nosotras
las mujeres
sus pequeñas moradas blancas
para lavar.
De El arte de caer (2001)
Vendaval
Noche cerrada y cruel,
espíritus hambrientos chillan
en las copas de los árboles,
el viento mueve las campanas
y el eco reverbera en la galería.
Con inmenso desdén
despediste a las mujeres del sake,
ordenaste quemar los cojines del templo.
De un momento a otro llegarás,
silencioso como un siervo,
camino al que flanquean cien álamos,
te moverás sigiloso,
tu extremo como la cabeza de una bellota,
sumiso besarás mis plantas,
viejas geishas te verán
mil veces hermoso
en lo oscuro acecharás,
animal extraño y nuevo,
después de la siembra no habrá descanso:
sangraré
y una cosecha entera quedará arruinada.
Huevos de otras aves
Fuera hembra del cuco,
vuela rápido y lejos,
otra cuidará tus huevos,
tu cloaca parirá
un cáncer tibio.
Rapaz, cenicienta, fuera,
aquí no hay nido sino agujero,
púas en lugar de plumas,
y en triste remedo de cortejo
un macho ciego incapaz de volar.
La Vía del Medio
El mismo día estos brazos
entristecen a dos hombres.
Acaricio:
a uno la cabeza
a otro la barba,
ellos preparan mis pezones
para hijos que no verán.
Luego sigo viaje,
a lo lejos las luces de la bahía,
el tren es irreal como el deseo.
Todos nos vamos a morir,
hay que amar con furia,
sin distinción:
estos hombres, estos brazos, el tren
sólo es ilusión.
Cuando se abandona todo
no hay nada que perder o ganar.
El llamado de la sangre
Cada noche Padre
ciego de ardor
golpeaba la cuna de carne
donde yo crecía.
Mi cuerpo
recuerda la embestida
mes a mes.
En sangre acusa aquel deseo,
este terror.
Trabajar cansa
Hombres con el torso desnudo
arrojan piedras al agua,
ven el río desde el río,
cometas que se niegan a volar,
cascos de viejos buques bajo el sol.
Hombres que una vez han hecho hijos
por la noche vuelven
a la pieza única, al único catre,
un último vaso de vino al acostarse,
alivio del fresco en la almohada,
asco de ese mundo que los olvidó.
De Mi pequeño acto privado (Barnacle, 2015)
Griselda García (Buenos Aires, 1979) es escritora y editora. Publicó los siguientes libros: Alucinaciones En La Alfalfa (2000),El Arte De Caer (2001), La Ruta De Las Arañas (2005), El Ojo Del Que Mira (2009), Hallucinations In The Alfalfa And Other Poems(Traductor: Hugh Hazelton, Wolsak Y Wynn, Canadá, 2010) La Madre Del Universo, (Relatos, 2012), Mi Pequeño Acto Privado(Barnacle, 2015) Y Ahora (Ediciones Del Dock, 2016). Se desempeñó como editora en La Carta De Oliver Y Ediciones Del Dock. Se dedica al dictado de talleres de escritura creativa y al seguimiento de obras literarias en progreso.