Tu nombre me persigue, hermano ─ Foto: Ines Perkovic
Tenemos la primicia de publicar cinco poemas de La casa del ángel de la poeta argentina Alejandra Schnorr, libro con el que obtuvo el Primer Premio en el Concurso Anual de Poesía Inédita 2018 Rubén Vela, organizado por la Fundación Argentina para la Poesía.
In memoriam
Mariano Oscar Schnorr
[18 de enero 1982 – 10 de febrero 1982]
Fábula de Antígona
Yo quería jugar.
Estaba el signo de mi naturaleza plena de llanto y protección severa.
Jacobo Fijman
cobra sentido ahora
la fábula de Antígona
mi inclinación por las tragedias
el olor inefable de mis perfumes preferidos
toman espesura
miedos de infancia
fantasmas escondidos en estantes altos
la cama de mis padres
como refugio y castigo
abrazos de amor
y pánico
cada noche la pared de mi cuarto
dibujaba formas monstruosas
tibios ensayos
para resucitarte
Canción para Polinices
no puedo dejar de pensar
si no hubieran caído las estrellas ese verano
si no hubieran existido las necesidades del hambre
la fiebre royendo
familia tipo que vinimos a destruir
somos aliados
montaron un circo donde aceptamos las órdenes
antes de ser nombradas
sabemos de memoria
no debemos preguntar
el pasado es una piedra en cuyo interior
hay una roca aún más compacta
tal vez no queramos saber
el secreto de tanto silencio
las migas bajo la alfombra crecieron
y dejaron colonias de hongos que el tiempo arrastra
y transforma en espejos de colores
bichos de luz enjaulados
tu nombre me persigue
hermano
y aun así
no puedo nombrarte
Cruz del Sur
doy lugar a tu cuerpo
a las hojas que pisamos sin entender
a los capullos que existían
cuando el sol secó todas las esperanzas
y el cielo era una cruz peregrinando en sentido inverso
tu arco fue una flecha temida y olvidada
yo me retiré a los aposentos del sueño
para vivir en el mediodía
de un nombre nunca honrado
soñé tus piernas en la tierra
junto a los antepasados
que escribieron en sus líneas tu suerte
recorrí toda la creación
y volví a prescindir de tus dedos
arañando las telas de la consciencia
cada murmullo era tu espectro golpeando mi ventana
toda carencia de luz se inundaba con tu llanto
eras un pan doblado trayendo la ausencia
Pasaje de lo perdido
todos los ríos vienen a mi boca
toda esta sed reclama
convertirme en receptáculo
cuenco y final
ayudame hermano
necesito atravesar el denso océano
el remolino que me centrifuga por dentro
los huesos cremados en mi sangre
en la otra punta del mundo
pendiendo de cabellos castaños
tu sonrisa es un hilo
sos lo perdido en la memoria
lo impenetrable
lo que dudamos
Hija pródiga
a Laly Mendoza
yo te negué tres veces
no sabía del ramalazo profundo de tus aguas
de la sequedad que resta
cuando no se puede arrullar el viento
yo te negué
no entendía el lenguaje de las manos
el sabor a madera quemada
quería cuentos mitológicos
historias de amor inconclusas
verbos inventados
yo pensaba madre
que las emociones eran collares baratos
eslabones sin sentido
espejismo para los débiles
yo no comprendía
el hierro caliente de cada palabra
el amor atravesando una puerta
tus abrazos madre
alejan la pena
Alejandra Schnorr. Córdoba Capital, Argentina, 1983. Es licenciada en Ciencias de la Comunicación Social con orientación periodismo, egresada de la Universidad de Buenos Aires; Profesora de Yoga y Formadora de profesores de Yoga.
Tiene publicado el libro de poesía Omnívora (Buenos Aires, 2015) con una segunda edición realizada por la organización del 1° Festival Internacional de Poesía de Uruguay (Montevideo, 2018) y la antología de poetas emergentes Poetas reptantes (Buenos Aires, 2016).
En el año 2018 con La casa del ángel obtuvo el Primer Premio de Poesía inédita Rubén Vela de la Fundación Argentina para la Poesía. En el año 2017 obtuvo el Segundo Premio para poetas jóvenes de la Fundación Argentina para la Poesía. En el año 2008 fue finalista del Premio de Poesía Macedonio Fernández y en el año 2010 en el de la editorial Ruinas Circulares.