Selección de poemas ― Gabriel Arturo Castro

                         Los animales son anteriores al rumor. Foto: Nick Jhonson.

 

Estos poemas que dan cuenta de la gota inclemente del tiempo pertenecen a la antología Fábula del animal antiguo, summa poética, del poeta colombiano Gabriel Arturo Castro. Lo acompaña un breve comentario del poeta Víctor López Rache.

 

Por Víctor López Rache

Fábula del animal antiguo, Summa poética, nos recuerda la vieja pregunta: ¿Has visto algo perfecto sin la paciencia? Una paciencia que ilumina y a la vez es una enseñanza estética o actitud permanente ante la vida. Tal poemario revela con angustiosa claridad la experiencia humana. Logra expresar el dolor del hombre en un tono que no se puede describir ni comparar. Es un tono que trastorna la sensibilidad y el alma del lector sin acudir a las armonías que se logran con ciertas combinaciones de palabras o trasponiendo en la página oralidades cuyos acentos perturban o encantan el oído. Es un tono que convoca experiencias innombrables pero vividas por cualquier doliente de la historia y la sinrazón.

En este libro hay una intensidad emocional en expansión y es inútil buscarle influencias. Ha encontrado lo que, los entendidos en literatura, llaman su propia voz.

No cesa de deslumbrarnos y confrontarnos. Se vive pendiendo de clavos al rojo vivo. Las piedras gozan de tranquilidad que debía sobrarle a los hombres. Los llantos prefieren morir anónimos. Y no puede ser de otra manera en una sociedad que no se expresa o prefiere salvarse contando los eslabones del silencio.

Página a página va perfeccionando un espiral, lamento rabioso y despojado de preciosismos estériles y precisiones forzadas. Es el lamento poético de un tiempo. Es el lamento que deja una historia escrita, libre de palabras plenas que, obvio, no pueden usar los seres destrozados que han elegido expresar los vaivenes de su alma con palabras rotas.

 

Por Gabriel Arturo Castro

Día antes del tiempo

  

                                              Si pierdo la memoria qué pureza

                                                                       Pedro Gimferrer

 

1. ____

Las campanas de la vieja noche forman un círculo.
Dentro de él un largo crujir de fantasma,
el no apaleado,
ángel desleído que sufre por el espesor de su piel,
suerte en blanco de quien pierde su nombre
y está por fuera del tiempo y de la brújula.
La noche disfrazada pierde su encanto,
su humo, su hedor de úlcera tibia.
La noche tiene su común perfume y un irregular parpadeo
de ojos hundidos, la respiración pesada de los durmientes.
La noche afila los dientes y saliva. El mar al revés y el cristal
resistente nos hablan de una orilla escoriada, su espacio roto y
un viejo fondo de sueño.
Tras la ventana el ojo del mundo oculta su rostro.
Selva en flor,
la atmósfera se atraviesa de animales de sombra densa,
piel milenaria, un trueno detrás de la cabeza.
Imaginarios,
confiados,
los animales son anteriores al rumor
y convenientes en su cantidad regresan a su antiguo círculo.

 

2. ___

Durante toda la noche arden piedras negras,
las piedras del ensueño, pedazos de luna.
Fuerte es su rumor,
agua y fronda en el tiempo:
cenicienta, la de afilar;
liviana, llena de agujeros;
fértil, la del vientre lleno.
El camino nocturno todavía es un hombre,
una mujer,
y su mirada vuelve a la hierba,
a la veta y al guijarro que está a tus pies.
Un guiño de su ojo de fuego
y todos naceremos para deslizarnos a través
de los nervios y la sangre, lentos, velados,
misericordiosos, soberanos.
Tendremos ceniza en todas las orillas.

 

3. ____

Recuerdo cómo mover mi mano antigua,
mi puño de aceite que alza al hombre,
al buitre y al corazón viejo.
Todas las noches invento fechas vivas,
sumo claridades
y planto un hueso en la tierra.
El cincel perfecciona la esclava imagen,
la desteñida, embalsamada por la distancia.
El mundo retoma su antigua forma,
presencia invisible, la apariencia exacta.
Desde una estación de conjeturas la imaginación siempre regresa.

 

4.____

La estancia se satura de azul,
el solar, la vieja escalera,
la pequeña y única ventana
y la puerta poco indiferente.
En algún rincón del aposento
se asoma un rostro que detesta lo arduo,
el miedo y la incertidumbre.
El silencio se hace trizas y vuelve a nacer,
crece y se va, frío, húmedo,
hundido en el tedio.
Una voz retumba en la piedra inmóvil,
demuele el angosto jardín.
La sombra nada inocente te protegerá.
El lenguaje absorbe todo el espacio.

 

5.____

En un silencio medieval naufraga la tarde,
la ambigua e insostenible tarde con sus espejos de la dicha. Bajo la
luz del lento apagón llega la mano que protege el tiempo, la mano de
la lenta gravedad.

Hombres oscuros hormiguean tras una trampilla de máscaras y
sombreros. Los presentimos en la salvia, la quietud de los párpados
cerrados, la flor permanente y las uvas de la próxima estación.
La luz y la tierra del girasol ya no atienden sus reclamos. Bajo la
oquedad del árbol y en la cesta de verduras el tiempo y los niños
duermen.

 


Foto de Gabriel Arturo CastroGabriel Arturo Castro. Bogotá, Colombia, 1962. Antropólogo de la Universidad Nacional de Colombia. Magister en Literatura de la Universidad Tecnológica de Pereira. Ensayista, poeta, comentarista de libros, tallerista de arte y catedrático de la Universidad del Tolima.

Autor de: Libro de alquimia y soledad, Educar editores, Bogotá, 1992;  Alquimia de la media luna, Verdehalago, UNAM, México, 1996;  Tras los versos de Job, SIC-editores – Casa de poesía Porfirio Barba Jacob, Bucaramanga, 2009;  Ceniza inconclusa, ensayos breves sobre arte y literatura, Universidad del Tolima, Ibagué, 2012;  Pequeño mito del bosque, Cuadernos negros, Calarcá, 2012; Día antes del tiempo, Universidad del Tolima, Ibagué, 2013; Extravíos, comentarios bibliográficos de ida y vuelta, Klepsidra editores, Pereira, 2013; La urdimbre, el hilo oculto, Biblioteca Libanense de cultura, Doble fondo IX, 2014; y La caza invisible, Común Presencia  editores, Bogotá, 2014.

Ganador de los premios nacionales de poesía: Aurelio Arturo, 1990; Ciro Mendía 2006,  y Porfirio Barba Jacob, 2009.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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