Poesía efímera beduina del Desierto Occidental Egipcio — Lila Abu-Lughod

Foto: Joshua Lanzarini.

Selección y notas: Sara Gaviria Piedrahíta

Traducción: Roberto Segrov

Honor y sentimientos de pérdida en una sociedad beduina
Lila Abu-Lughod
Asociación Americana de Antropología
1985

[[La vida en el Desierto Occidental de Egipto puede ser hostil, tosca, agrietada. Las familias beduinas que se mueven por este desierto han adaptado un código de honor acorde al paisaje, consistente en expresar una fuerza y autonomía inquebrantables. La debilidad y la dependencia hacia otros, son mal vistas incluso dentro de la misma familia.

Pero el dolor, apego, amor y ausencia siguen existiendo aún ante la exigencia  de invulnerabilidad. La antropóloga palestina Lila Abu-Lughod estudia cómo en un contexto de cuerpos y almas que se muestran inquebrantables aparece la poesía para desobedecer  esos ideales culturales y  decir lo que se oculta tras un código de honor estricto que prohíbe lágrimas y cariños.

Este género de poesía beduina se conoce como ghinnawa se parece al haikú en la forma en la que condensa el lenguaje y en la densidad de los sentimientos que contiene. No se recita, se canta en medio de un diálogo en alguna reunión íntima para expresar la debilidad que no puede ser demostrada ni en actos ni palabras. A diferencia de otros géneros literarios el ghinnawa no está reservado a escritores, académicos, intelectuales o privilegiados sino que pertenece a la cotidianidad de hombres y mujeres que usan la poesía como parte de su vida.]] 

Sara Gaviria Piedrahíta

Lila Abu-Lughod y las beduinas, Revista Literariedad
Lila Abu-Lughod y las beduinas.

SAFIYYA

Safiyya, una mujer beduina egipcia de mediana edad, habló acerca de su divorcio del hombre con el que estuvo casada por 20 años.

Estaba amamantando a mi hija menor cuando me dejó. Estaba enfermo y cansado. «Aquel hombre» apareció una tarde en que me encontraba junto a la estufa. Dijo: «Ya no estamos juntos». Le dije: «Gracias, está muy bien». No lo quería. No quiero nada de él, excepto que construya una casa para vivir con mi hijo —un lugar donde pueda sentirme como en casa—. No me importó que se divorciara de mí. Nunca lo quise. Había tomado otra esposa, pero eso no me molestó. Nunca peleé con ella. ¿Por qué habría de hacerlo? Estas cosas no nos preocupan.

Sin embargo, dos días después, cuando una conversación entre Safiyya y varias mujeres derivó hacia el paradero de su ex esposo, de viaje en ese momento, ella recitó el siguiente poema corto*:

Los recuerdos agitados por la mención del amado
si los liberara, me encontraría inundada…

Cuando la conocí estaba yo con otra joven, una universitaria egipcia. Safiyya nos preguntó si alguna de las dos estaba casada. Ambas respondimos negativamente. Ella se inclinó y nos aconsejó con seriedad: «Nunca se casen. ¿Qué querrían con el matrimonio? Los hombres son unos hijos de puta. No hacen ningún bien». Unos meses después de estar viviendo en la comunidad, le mostré por primera vez mi grabadora a un grupo de mujeres. Algunas se ofrecieron a cantar, incluida Safiyya. La canción que ella cantó fue la siguiente:

Oh, sed fuertes ojos míos
queréis ver a ciertas gentes
que luego desaparecen…

RASHID

[[Rashid es un hombre de 40 años que estaba por tener una segunda esposa, pero su prometida escapó.  Rashid culpa con furia a Mabruka, su primera esposa, y le demuestra con actos su enojo. Su poema contrasta con la furia que estaba expresando.]]

Cocinar con lágrimas
en el funeral de la amada …
sus actos, errores que hieren
empero, ella habita mi corazón

MABRUKA

[[Mabruka negó las acusaciones con bromas amargas y expresando la posibilidad de un divorcio con Rashid sin ningún temor. Luego cantó.]]

Me infamaron, para luego encontrarme inocente.
Ahora la culpa sobre ellos debe caer…

Fue imposible hacer mis rondas
el hogar del hombre casado está lleno de sospecha…**

Aprisionada por el desespero y la rabia,
la vastedad de mi alma se contrae***

Otro poema expresa el sentimiento de abandono a través de metáforas de la naturaleza:

Largas y marchitas por la desesperación
son las raíces que alimentan mi alma

En otro, apeló a su marido ausente para que tuviera consideración en respuesta a todo lo que ella le había dado. Este poema hizo uso de imágenes de barcos y puertos imposibles de traducir:

Me comprometí a amar
¿me harás descansar?…

En relación con esto, otra sugirió que aquel que podía curar su sufrimiento se negaba a darle solaz; su esposo podía aliviarla prestándole atención y tratando de complacerla.

Abandonada sufro
Oh, sabios, tenéis la cura y me la negáis

Estas respuestas poéticas a la perspectiva del segundo matrimonio de su esposo expresan no la culpa y la ira ante las negativas y las constantes amenazas de abandono, sino la miseria y la vulnerabilidad.

La noche en que partiste
no había luna ni estrellas
solo un manto de nubes espesas

Otro describe a través de metáforas extraídas de la experiencia fisiológica los efectos dolorosos de la separación. La ceguera proviene del llanto excesivo.

Separarnos fue difícil
el corazón mengua
los ojos pierden su luz

Un tercero alude a la necesidad de ser estoicos en la partida.

Férrea voluntad en el adiós
sin lágrimas los ojos
hasta la separación

MIGDIM

[[Migdim es una mujer de algo más de 60 años, visita a su comunidad de nacimiento donde están sus nietos y sobrinos. Al llegar le ofrecieron una habitación que no pudo ocupar porque un hombre que estaba de viaje regresó, le ofrecieron una más para luego retirar la oferta y dejarle un lugar incómodo donde no podía descansar. Al otro día estuvo en silencio. Hasta que cantó.]]

Nunca imaginé tanta malicia
oh, cómo duele
me veo impelida por la sequía
a buscar refugio en la maleza

FUNERAL

[[Un conflicto entre comunidades dejó un joven muerto. Cuando lo encontraron herido aún respiraba. El funeral no fue llorado sino cantado y recitado.]]

Los primeros poemas que escuché acerca de la muerte fueron dos del primo paterno mayor de la víctima. El primero sugiere una suerte de búsqueda incesante teñida de ira y venganza; el segundo evoca tristes recuerdos que irrumpen cada tanto.

En tanto no hay frontera posible
no hay sueño probable…

El recuerdo nos toma por sorpresa
y nos arranca lágrimas imprevistas…

La madre de la víctima recitó un poema que aludía a su incapacidad para olvidar y al insomnio que sus recuerdos y su dolor le producían.

Queridos, me privan del sueño
solo hace falta que cierre mis ojos
y mi mente se ve asaltada…

Las metáforas de enfermedad abundan en los poemas de otros parientes y parientas; la hermana de la víctima recitó un poema referente a su mala salud como resultado de la pérdida.

Te fuiste, querido
atrofiada, cansada y enferma me dejaste

Una noche, su viuda recitó varios poemas. Sus amigos más cercanos quedaron sorprendidos; nunca la habían oído recitar poesía. Estos fueron dos de sus poemas:

Desesperada, enferma
muéstrame, te lo ruego,
cómo curar este mal…

Ahogada en la agonía
me pregunto:
¿es este mi destino, amor?

Ese desespero al que se hace referencia aparece también en los versos de una parienta cercana:

El olvido no es posible
solo un paciente dominio del desespero…


Notas  de traducción del árabe (Lila Abu-Lughod):

* Estas transcripciones de poemas y palabras de Awlad cAli se ajustan, en general, al sistema estándar para la transliteración del árabe seguido por el International Journal of Middle East Studies. Se han hecho ciertas alteraciones para preservar las siguientes peculiaridades del dialecto: el Awlad cAli pronuncia la q como g; en los poemas se alargan algunas vocales; la vocal inicial del artículo al se pronuncia como il o se elide; los hamzas medios y finales se eliden también; a menudo se nasaliza la a larga y se pierden los diptongos marcados en estas transcripciones por el uso de e en lugar de a o ay. Aunque la d y la z se pronuncian casi idénticamente, esto no se encuentra indicado en los textos.

** Se ha traducido al-ghani (literalmente «el hombre rico») como «hombre casado» porque es un eufemismo poético común para un hombre polígamo y casado, lo cual no es sorprendente, ya que generalmente son los hombres ricos quienes toman más de una esposa.

*** En este poema la palabra árabe khatr se ha traducido como «alma». El término habitual para el alma es ruh, que puede también traducirse como «espíritu», pero se han tomado libertades con la traducción para transmitir la sensación de que se habla del ser esencial de una persona, puesto que el término beduino no tiene ninguna connotación metafísica. Deben señalarse algunas otras ambigüedades en la traducción de partes de lo que se podría considerar «el yo». cagl se tradujo como «corazón» aunque generalmente se traduce como «mente» y se lo considera como el asiento de la razón o sentido social. Awlad cAli se puede emplear en poesía para referirse al asiento de la emoción o aquello que se ve afectado por los problemas. En la poesía raramente se emplea la palabra árabe para corazón (galb). Los beduinos parecen emplear cagl, khatr y Cen (ojo) de manera intercambiable para referirse al yo. Parece ser que la palabra que se elige para cada poema depende del sonido y del ritmo en lugar del significado, lo que hace que la consistencia en las traducciones se vea afectada.

Saragapi

Comunicadora y antropóloga, lectora de cartas. Siempre estoy buscando el monte.

2 comentarios sobre “Poesía efímera beduina del Desierto Occidental Egipcio — Lila Abu-Lughod

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s