Foto: Irena Kiełb.
Presentamos una selección de poemas de Nicolás Antonioli (Florida, Buenos Aires, Argentina, 1985) del libro mano emplumada (Buenos Aires, 2013). La curaduría estuvo a cargo del poeta colombiano Fredy Yezzed, quien ha consolidado una red de lectura que convoca a veinte voces -nacidas entre 1976 y 1985- que escriben y publican en el territorio argentino. La selección de los poemas de Antonioli se realizó en diálogo con la poeta Juana Luján, a quien agradecemos su tiempo y su trabajo.
Aquí puedes leer la selección completa de poetas.
(la usura del texto todavía se discute)
estamos desencadenando un mísero puñado
de caras resbalando al refugio
los que ríen como niños desprenden este cuerpo de su palabra
atada estoy en la soledad por cortesía de los que arrumbaron
/ huesos
por nadie asociada a esta fiebre en los rebordes del único
/ colmillo
por rebeldía el niño sin pies toma una piedra toma mi sangre
es frío en la caverna lo que la piel deja entrar
a los recintos del ente y se infiltra en el desorden de la baba
en hilos hacia el piso la línea mi casa angosta los pelos de la
/ recta
es menester urdir en la estatura
la jauría que gobierna nuestros pasos
dentro de las huellas
se pueden ver perros misteriosos
hurgar la nube levantada sobre el aire
la pierna levantada sobre el aire
la pierna amputada y por su propio peso
volando sin alas sobre el polvo sobre el niño
ahora es cuando caen los hombres del sur
en los recintos que extraviamos
algún día sabrán confiar en los derrumbes
en la aguijoneada realidad los resquebrajados cuando el río
/ cae en punta
sobre nosotros sin intemperie que valga
la mujer de negro cuando se instala una sordidez
del estruje de la mano del género masculino
en los rebordes del pétalo de una tarde carcelaria
nos han difuminado en los cadalsos al filo de los índices
más antiguo aún es nuestro encuentro con la ira
no se permite aquí llorar como la liebre
escuché juan el exilio debe hacerse en otro mundo
el hombre del que hablo
dice de la tortura del que llora hasta matar
como una improbable sucesión de caídas
es que lo han sojuzgado
ya no desea la calma del último silbo
del primer ave que rasga una imagen de lo cierto
esa mano que se resguarda de la lluvia
va a degollar al que difiera
asustados y así de erróneo dejamos
todo lo que se escribe
el mundo detrás del arbusto (Bush en inglés)
y para qué más remedio
que esta gigantografía
de soledades lloviéndome
una orquídea de vidrio y alambres
con olor a neumáticos chorreando fuego
en el borde estéril de las vallas donde se hunde el ojo
y por el cardumen de pirañas cogitabundas
existe una ventana abierta en el desierto del Sahara
salpicándome debajo de la ingle de África un dolor extraño
yo despoblado camino a la piedra diferente
el cuerpo de una hembra como dos corchetes mirándose
/ las puntas
[ ]
en una aproximación podemos ver lo que hay en medio
[el abrazo que parece una entrega
pero el pito catalán que le hace el uno al otro
es evidente]
dos senos cuatro manos y el infierno
alrededor de dos casi esqueletos toda la negritud oculta
ya la tierra vomitó los ases
la diarrea inundó los bosques
la paz
ah sí…
eso que amenaza al arbusto
eso que raspa las amígdalas de los saurios
un cadáver ajedrezado pide tu humedad
y algunas monedas prestadas
en el túnel del subte qué más por 70 centavos
todo es mentira salvo mi palabra
y ésta flor sintética que no pienso regalarte
(de las otras tuyas
aún sigo sin noticias)
llorar con la fuerza imposible de los pájaros
en una dislocación de sombras
que rearma al que sonríe contra una pampa anquilosada
yo he hablado de días en los que es preferible pensar
nada tiene nombre de libertad en nuestros ejercicios
una razón que aprieta un puño de niña
sin embargo aquí se escribe
con la apariencia del viento que frena ante la chica de
/ espaldas
y los anfibios con su bocanada de hiel
ulterior al que tropieza una angustia tierra adentro
basta el lenguaje
a qué ritmo se continúa esta farsa
jilgueros resistiendo un canto
o morir latiendo un canto que nos borre
Nicolás Antonioli. Florida, Buenos Aires, Argentina, 1985. Escritor, editor y gestor cultural. Es Secretario de la Asociación de Poetas Argentinos, Director y fundador de La Juntada-Festival Internacional de Poesía Joven (APOA) con sede en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Director de la editorial Baldíos en la Lengua (www.baldiosenlalengua.wordpress.com). Fue Director del periódico cultural Lamás Médula y de su sello editorial (período 2012-2015) y Vicedirector de la revista literaria Nombre.
Libros en poesía: sentires del alma (2004), se necesitan ojos (2005), muñecas/maniquí/muñecas (2009), mansalvar (2012), mano emplumada (2013), monólogo alucinado e interminable del sargento Cabral (2013) y las carnes ayunas (2017). Autor de las plaquetas Mandinga y Diecinueve. Posee otros 5 libros inéditos.
Participó como poeta invitado en el IV Festival Internacional de Poesía de la Ciudad de México y en el XI Festival Latinoamericano de Poesía “Tinta nueva” (México), 2015. Poeta invitado al 28° Festival Internacional de Poesía de Medellín, Colombia, 2018.
Fue apoyado por el Fondo Argentino de Desarrollo Cultural y Creativo del Ministerio de Cultura de la Nación para asistir al VI Festival de Poesía Contemporánea Sumergible (Jujuy, Argentina), 2017.
Invitado como poeta y editor a la XXVII Feria Internacional del Libro de Las Tunas, República de Cuba, 2018.
Obtuvo Premio Concurso Binacional de Poesía ArBol (Argentino-Boliviano) del Ministerio de Cultura de la Presidencia de la Nación (Argentina) y del Ministerio de Cultura del Estado de Cochabamba (Bolivia), 2014. Su obra fue traducida al quechua y al alemán.