Foto: Venezia Malavé.
Les presentamos en Hecho a mano, nuestra edición de marzo de 2019, una entrevista de Mar Guerrero, de nuestro Comité Editorial, a Venezia Malavé, artista venezolana radicada en Buenos Aires. En sus palabras notamos cómo logra ver el mundo; nos habla de su estilo, de cómo llegó a crear estas pequeñas piezas, vemos su ojo artístico y nos acercamos a la persona que, con sus manos, le abre paso a la magia, para que podamos disfrutar por igual de nuestra niñez nuevamente, de una manera sutil y hermosa.

Háblanos de ti.
Me llamo Venezia Malavé, nací y crecí en un pequeño pueblito de Mérida, Venezuela. Estudié Artes Visuales en la Universidad de Los Andes. Pinto, dibujo, veo, siento, como forma de vida más allá de la vocación profesional.
Háblanos de tu trabajo.
Mi trabajo es reflejo de mi mundo interno, de cómo percibo el ambiente que me rodea y la interpretación que tengo de este. Me gusta pensar que nací con el don de hacer todo más dulce, más suave, más llevadero y enternecedor.
¿Qué son las miniaturas para ti?
Son un portal directo a mi infancia. A lo lindo de la vida. A lo que se añora.
Háblanos de tu estilo.
No siento que el estilo sea algo que perdura para siempre, creo que existe por épocas y tiene mucho que ver con tu desarrollo como artista. En este momento lo definiría como un estilo inocente, sin ser infantil, elegante, sin ser senil.
¿Qué buscas con tus miniaturas?
Reconectar al espectador con su infancia, hacer que sienta a flor de piel a su niño interno. Que se sorprenda y se maraville con detalles sutiles.
¿Qué te inspira?
La cotidianidad, las pequeñas cosas de la vida. Ver las nubes, oler flores, comer galletitas con leche, escuchar la risa de mi amor, llegar a casa, etc. Me gusta sorprenderme a diario con las cosas sencillas.
Menciona algunos artistas influyentes.
Cécile Metzger (ilustradora francesa), Mónica Barengo (ilustradora italiana), Akira Kusaka (ilustrador japonés), Barrutando (grupo de ceramistas español), Danielle Pedersen (porcelanista inglés), y Daniel Jamie Williams (ilustrador inglés).
Artista favorito.
No tengo un artista favorito. El mundo es gigante y está lleno de talento. No puedo escoger uno solo.
¿Qué representa Buenos Aires para ti?
Un abanico de posibilidades para hacer/crear lo que quieras. Las puertas abiertas a todo lo posible. Es una ciudad en la que se respira cultura y arte en todos lados.
¿Qué has aprendido en Argentina a nivel profesional?
Más que en Buenos Aires, en la vida. Porque a medida que haces, que lees, que ves, que proyectas, vas perfeccionando tu técnica. La vida es un continuo ensayo y error.
¿Cuál es la mayor satisfacción que te ha dado tu trabajo?
Todas las personas que me miran a los ojos con honestidad y me agradecen por llevarlos a lugares olvidados de su memoria.
Háblanos de tus proyectos inmediatos.
Por ahora son proyectos pequeños, ampliar mis soportes, explorar nuevos materiales, hacerme un lugar en el ambiente artístico de la ciudad. Vivir.
Frase favorita.
Tengo dos: «Haz el arte que quieres ver”, y «Todo se aprende».
Tu consejo para los nuevos artistas.
Tener criterio y seguridad. No dejar que las opiniones de las personas influyan negativamente sobre tu trabajo. Y también: hacer, hacer mucho, hacer todos los días. La práctica hace el maestro y el talento sin disciplina no sirve de mucho.
¿En qué momento empezó a interesarte hacer miniaturas?
Tengo recuerdos de mí misma a los 8 años haciendo una cocinita de arcilla (que funcionaba) así que supongo que siempre ha estado en mí.

¿Cómo es tu proceso creativo?
Soy un animalito diurno, así que mis días comienzan temprano en la mañana con un buen vaso de agua con limón. Todo en mi escritorio debe estar limpio y ordenado. Me gusta trabajar con la luz natural que entra por mi ventana. Por lo general trabajo en varias piezas simultáneamente, unos días modelo, otros días pinto. Mis favoritos son los días en que armo las casitas de muñecas.
¿Qué crees que aporta tu mirada al ámbito artístico?
Con mi trabajo muestro un punto de vista melancólico hacia la infancia perdida entre el mar de recuerdos que trae el crecimiento y la adultez. Recuerdos que son subestimados hasta que los tienes enfrente y te das cuenta lo gratificante que se siente traerlos al presente. La niñez es donde comenzamos a formarnos como seres pensantes sin ser conscientes de ello. Creo que hay que dejar de tenerle miedo a los niños internos y sacarlos a flote más a menudo.
Recomiéndanos un libro y una canción.
Libro: El Hilito, de Flor Balestra. Canción: Dog days are over, de Florence + the machine.
¿Qué te complace de nuestro presente artístico?
La consciencia colectiva con respecto a la dignificación del artista en la sociedad. Que no haya un solo día en que no vea nuevas creaciones artísticas de la gente alrededor del mundo.
¿Cómo ves el país sin arte?
No tendría sentido, ni el país ni la vida.
Venezia Malavé (Mérida, Venezuela). Estudió Artes Visuales en la Universidad de Los Andes. Actualmente reside en Buenos Aires, Argentina. Pueden conocer más de su trabajo en Instagram: @holavinie.
Mar Guerrero (Táchira, Venezuela). Escribiente, fotógrafa, payaso de hospital, ilustradora. Hace parte del Comité Editorial de Literariedad. Actualmente reside en Buenos Aires, Argentina.