Abril de 2019

Diseño de portada: Daniela Gaviria.

De la Tierra

Yo quiero ser llorando el hortelano
de la tierra que ocupas y estercolas…
Miguel Hernández

Abril es el mes de la germinación, de la podredumbre que bulle y se transforma, de la fiesta de los insectos. De las raíces que se solazan en lo profundo y de las ramas que miran, felices, al cielo. Las larvas y orugas sueñan con el aleteo, los pájaros celebran su existencia musical. Es la floración de los cafetos que se preparan para la cosecha, las mil y una lluvias que caen y el exhausto sol que va y viene sin cesar en un mismo día en diferentes partes de una misma ciudad,  el rayo que llora por haber caído por error sobre el viejo que se escampaba bajo el árbol más seguro de la montaña; mientras que en el mundo no tropical, abril es símbolo de lo que llaman primavera.

La Tierra en este mes nos recuerda que ella misma es el nacimiento, donde están contenidas las fuerzas vitales y donde la vida brota y germina, sí, pero que también es la muerte, donde yacen y se purifican los restos retroalimentando el ciclo. De la Tierra brotamos y nos vamos levantando, como árboles que no han de conocer la quietud ni el descanso, como árboles que no darán nunca sombra, que buscan el cielo con la mirada, de subida, sin descanso, hasta que caen de nuevo al origen para ser pasto de gusanos o ceniza de los días.

Pensar esta edición nos recordó que hay un infortunado número de personas que son asesinadas en nuestros países y que nunca tendrán una tumba convencional. Abren las fosas y les arrojan calcinadas, sus huesos se revuelven y a diferencia de los relatos de Rulfo, la realidad nos muestra que no tendrán una conversación entre muertos, que no les volveremos a ver, que no les despediremos, que esa terrible contingencia o aborrecible maldad de quienes les robaron sus parcelas, sus tierras, nos ha obligado a vivir vigilantes, imperturbables.

La Tierra es, también, memoria.

En ese sentido, al buscar descifrar lo que este tema nos suscita, les presentamos una crónica de Sara López Cerón que narra su experiencia como antropóloga en fosas comunes de la Sierra Oriental de México; un cuento, o la biografía de un árbol, del inolvidable Haroldo Conti; un cuento sugestivo y contundente de Daniela Gaviria a propósito de las arañas y otro irónico y urbano de Sergio Pineda sobre los árboles y plantas de hogar que bien pudiera ser una metáfora de las desapariciones forzadas.

En la sección de poesía les presentamos versos de Ricardo Cabezas donde un caracol se vislumbra arrastrarse por el jardín de la noche y el clásico poema V del Guardador de rebaños de Alberto Caeiro (Fernando Pessoa), donde Dios es las flores y los árboles / Y los montes y la luz de la luna y el sol, en traducción de Angélica Rodríguez Vargas, de nuestro Comité Editorial.

Asimismo, el trabajo gráfico de la edición es el resultado de la intervención digital y la curaduría de Daniela Gaviria Piedrahíta, de nuestro Comité Editorial.

Les invitamos a disfrutar esta edición y a compartirla (nos encuentran en todas las redes sociales como @Literariedad).

Clic acá para disfrutar nuestra edición de abril de 2019: «De la Tierra»

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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