«Llevar el aire», selección de poemas de Jenny Bernal

Foto:Vivian Maier

 

Nos alegra presentarles una selección de poemas del libro Llevar el aire, de Jenny Bernal. La poeta colombiana Ela Cuavas nos define la obra ganadora del III Premio Tomás Vargas Osorio con las siguientes palabras:

Llevar el aire, de Jenny Bernal, me ha devuelto a la dificultad de la prosa, ese territorio vedado para mí, al que a veces vuelvo solo cuando lo siento necesario.

Este poemario se me antoja una mujer hablándome al oído con firmeza en su voz, una mujer que se desnuda ante nosotros y nos muestra sus entrañas en el poema, poesía sincera como suele ser la buena poesía. Esa que nos deja ver por instantes el color del alma de quien escribe; la poesía de Jenny es sosiego y madurez; una poeta que se piensa a sí misma, recorre sus heridas, las lastima y nos las ofrenda.

Conocí a Jenny hace algunos años, quizá siete, no lo sé; solo recuerdo que me dijo que apenas escribía sus primeros poemas, sospecho que me mintió, quizá fue modestia; pero si es real, que grata sorpresa que en tan poco tiempo haya alcanzado una voz tan auténtica y madura.

El agua, la lluvia, el cuerpo de la mujer, el amor, la vida citadina, son temas recurrentes en este libro, que adquieren un encanto singular que solo la poesía puede conferirles.

Tiempo atrapado por un instante en la palma de la mano, eso es la poesía de Jenny.

Ela Cuavas
Montería, Colombia, 2019

 

Poemas de Llevar el aire

Jenny Bernal

Gamar Editores, 2018

Selfie

Yo, que no tengo senos grandes
ni anchas caderas,
descubrí que el cuerpo es una avenida extranjera
por la que va cómodo el tiempo
y no requiere de grandes extensiones
para atrapar algunas estrellas,

precisa de una ruta clara por la que vayan sin extraviarse los caminantes

Al igual que todos tengo un disfraz
que se estremece ante el frío o el miedo
que se dora con el exceso de día.

Yo, que me tomo una foto cada tres meses
encontré que no tengo planos buenos ni aceptables
y no me importa,
pero tengo los ojos abiertos por si se quedan en las pupilas algunas historias
y así, si se fijan bien, tengo escrito en los ojos
algunas bellezas y tantas palabras enredadas
que atravesarlas también resulta un misterio.

Yo, que poco le creo a los estereotipos también parezco uno
cuando la vela apacigua la llama
y se refleja mi sombra en el espejo del mundo.

 

 

Panorámica

Cuando se estropean las flores,
y los pétalos caen sobre rocas
y se extravían en laberintos,
empezamos a entablar un diálogo verdadero
con lo que amamos.
Sólo entonces
cuando la muerte
husmea
y las certezas
se escurren de la mano,
conjuramos un aliento distinto,
nos sentamos a la orilla del viento
frente a una foto fija:
el mar y su coreografía de revelaciones
con la boca repleta de espuma.

 

 

Lluvia

Creíamos que el amor era una luz
en lo profundo del mar
pero no lo fue.
Oramos cada noche
y no bastó.
Templamos el pulso
para escribir en el aire
y de nada sirvieron las palabras.
Llueve,
González Tuñón diría que la lluvia es hermosa y triste
no se equivoca.
Llueve,
salto charcos
por las calles de un país extranjero.
Llueve,
no hay puertas abiertas.
A la intemperie
caen gotas,
el recuerdo lejano
moja mi boca.

 

 

Los trabajos y los días

Cuando llueve en domingo y tú estás solo,
completamente solo
Vladimír Holan

A mi amigo H lo conozco hace más de nueve años
no cambia su rutina de sumar piedras.
Tan pronto despierta va con su bitácora,
anota las coordenadas para regresar de los lugares extraños
donde lo abandona la noche,

H regresa a diario a su Ítaca a cambiar las prendas que absorbieron oscuridad.

A él le gusta fotografiar rostros
por eso en cada esquina lo detienen y él deja a cada transeúnte
una palabra como «clepsidra», «oquedad» o «pájaro».

Trabaja incluso cuando saluda, cuando mira la tarde,
cuando abre las grietas de su pozo de secretos.
Labora de día con el aire
de noche con guijarros,
aun así, no basta
su bolsillo se expande para acoger la orfandad del tiempo
a ese paso, no hay dinero que alcance.

H conserva una brújula oculta en su frente
lo salva de extravíos.
Tiene amigos que son lluvia, otros que son malabaristas de humo.

Lleva consigo una cajita de música que canta silencios
y trabaja en su misteriosa escritura
sobre todo, cuando llueve los domingos.

 

 

Ritual

Entiendo de qué sensato lugar viene la oscuridad,
por eso le abro las piernas
y dejo que se introduzcan adentro
todas las mareas
que rompen el tedio de la noche.

Sé muy bien hacia dónde va todo lo que invoco
y todo el caudal que detengo por miedo.

También sabe mi sombra
que de esta única manera
se resiste mi cuerpo a ser ceniza.

 

 

Elogio a la pobreza

Ellos le dieron vuelta a la lengua del zapato
cubrieron los agujeros con bolsas,
ignoraron los charcos.
Descubrieron con asombro
que faltaba dinero en sus bolsillos.
Por unos centavos no los llevó el bus.

A la mujer se le escapó una sonrisa intentando persuadir al conductor.
Pensó en lo inútil de sus ademanes
a estas horas, en estos tiempos.
Su hijo la tomó de la mano, la miró,
siguieron la ruta de estrellas para llegar a casa.

Todos pasamos por el lado en el último transporte
por una avenida larga, peligrosa y deshabitada,
demasiado exhaustos para alentar su caminata

—la pobreza es fea— dijo una pasajera.

La mujer abrazó a su pequeño,
desde la monótona calma que le trae la experiencia
de llevar consigo todos los bienes,
le animó a continuar.

Sus pasos retumbaron sobre el cristal de las ventanas,
los ojos atentos
sintieron el estruendo y siguieron a los caminantes
por el camino de arena.

 

 

El olvido

también es una vela
al fondo del mar
que extraña su lumbre.

El libro completo se encuentra disponible para lectura en el siguiente enlace: Llevar el aire.

 


Jenny Bernal, Revista Literariedad*Jenny Bernal (Bogotá, 1987). Promotora de lectura y gestora cultural. Cofundadora del Festival de Nueva Poesía y Narrativa Ojo en la Tinta. Editora en la Revista Contestarte y la Revista Latinoamericana de Poesía La Raíz Invertida. Ha publicado en Raíces del viento: cinco poetas jóvenes colombianos y preparó la selección y prólogo de Postal del oleaje, poetas nacidos en los 80: Colombia- México. Integrante del Comité Editorial del fanzine La Trenza.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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