Imagen: Intervencion digital. Daniela Gaviria
Luis Alberto Spinetta* no necesita presentación, músico, poeta entrañable, místico, inspiración de esta revista como de innúmeras generaciones de artistas, es invocado en nuestra edición de diciembre, Músicas, con una selección de algunas de las letras más bellas de sus canciones, de sus poemas.
Crisantemo
Tócame junto a esta pared,
yo quedé por aquí
cuando no hubo más luz
Quiero mirar a través de mi piel
Y volar otra vez
en tu cuerpo sin mí
Crisantemo,
que se abrió
encuentra el camino hacia el cielo…
Crisantemo
que se abrió…
encuentra de nuevo tus manos…
Una vez yo fui sólo una voz
que no supo gritar que perdía su amor.
Quiero decir, oh, a través de piel
y volar otra vez en tu cuerpo sin mí.
Los libros de la buena memoria
El vino entibia sueños al jadear
desde su boca de verdeado dulzor
y entre los libros de la buena memoria
se queda oyendo como un ciego frente al mar-
Mi voz le llegará, mi boca también
tal vez le confiaré
que eras el vestigio del futuro.
Rojas y verdes, luces del amor
prestidigitan bajo un halo de rouge
¿Qué sombra extraña te ocultó de mi guiño
que nunca oíste la hojarasca crepitar?
Pues yo te escribiré, yo te haré llorar
mi boca besará
toda la ternura de tu acuario.
Más si la luna enrojeciera de sed
o las impalas recorrieran tu estanque
no volverías a triunfar en tu alma
yo sé que haría largos viajes por llegar.
Parado estoy aquí, esperándote
todo se oscureció
ya no sé si el mar descansará.
Habrá crecido un tallo en el nogal
la luz habrá tiznado gente sin fe
esta botella se ha vaciado también
que ni los sueños se cobijan del rumor.
Licor no vuelvas ya, deja de reír
no es necesario más
ya se ven los tigres en la lluvia.
Alma de diamante
Ven a mí
con tu dulce luz
alma de diamante
Y aunque el sol
se nuble después
sos alma de diamante
cielo o piel
silencio o verdad
sos alma de diamante
Por eso ven así
con la humanidad
alma de diamante
Aunque tu corazón recircule
siga de paso o venga
pretenda volar con las manos
sueñe despierto o duerma…
…o beba el elixir
de la eternidad
sos alma de diamante, alma de diamante
bien aquí o en el más allá
sos alma de diamante
y aunque este mismo sol se nuble después
sos alma de diamante
alma de diamante
Durazno sangrando
Temprano el durazno del árbol cayó
su piel era rosa, dorado del sol
Y al verse en la suerte de todo frutal
a orillas de un río su fe lo hizo llegar
Dicen que en este valle
los duraznos son de los duendes
Pasó cierto tiempo en el mismo lugar
hasta que un buen día se puso a escuchar
una melodía muy triste del sur
que así le lloraba desde su interior
Quien canta es tu carozo
pues tu cuerpo al fin tiene un alma
Y si tu ser estalla,
será un corazón el que sangre
Y la canción que escuchas
tu cuerpo abrirá con el alba
La brisa de enero a la orilla llegó
La noche del tiempo sus horas cumplió
Y al llegar el alba el carozo cantó
partiendo al durazno que al río cayó
Y el durazno partido ya sangrando está
bajo el agua.
Canción para los días de la vida
Este día empieza a crecer
voy a ver si puedo correr
con la mañana
silbándome en la espalda,
o mirarme en las burbujas.
Tengo que aprender a volar
entre tanta gente de pie
Cuidan de mis alas
unos gnomos de lata
que de noche nunca ríen.
Si la lluvia llega hasta aquí
voy a limitarme a vivir.
Mojaré mis alas
como el árbol o el ángel
o quizás muera de pena.
Tengo mucho tiempo por hoy
los relojes harán que cante
Y la espuma gira en torno a mi piel
me han puesto manos
para hablarle a las cosas
de mi y al fin mi duende nació
Tiene orejas blancas
como un soplo de pan y de arroz
y un hongo como nariz,
cuatro pelos locos
y un violín que nunca calla
solo se desprende
y es igual a las guirnaldas.
Este día es algo de sal
me dejó vibrando al nacer
Pesa y es liviano
como un hilo sin nombre
suena un poco a mi guitarra.
Tengo que aprender a ser luz
entre tanta gente detrás.
Me pondré las ramas
de este sol que me espera
para usarme como al aire.
Y es que al fin mi duende se abrió
tiene un corazón de mantel y batón
y un guiño al ver que todo es verdad.
Ya los gnomos cuiden
a un violín que siempre canta
nunca se adormece
y es igual a las guirnaldas.
Y es que nunca calla,
solo se desprende
y es igual a las guirnaldas.
* Esta selección de poemas del flaco Spinetta fueron posibles gracias a la colaboración y el cariño de lapoesiaalcanza.com.ar, y fueron tomados de Luis Alberto Spinetta, cancionero, edición de la Presidencia de la Nación, a través del Ministerio de Educación, junto con el Instituto Nacional de la Música, Buenos Aires, 2015.