El fantasma de la soledad: «El muñeco» de Marvel Moreno

Imagen:Jay Mistry

En nuestra edición de octubre: Fantasmagorías, Carlos Cazares* nos presenta una reseña del cuento «El muñeco» de Marvel Moreno,  compilado recientemente por Alfaguara dentro de los Cuentos completos de la gran escritora colombiana, creadora de un mundo repleto de fantasmas, como el mundo de la infancia.

 

Un renacido no es el único que ha vuelto a la vida tras haberse perdido en el averno dantesco, sino también aquel o aquella que han regresado para ser leídos, entendidos y escuchados. Es el caso de uno de los más recientes lanzamientos de la editorial Alfaguara, que ha compilado la totalidad de los cuentos de la escritora colombiana Marvel Moreno, fallecida en 1995. Moreno regresa a través de sus letras; una manera de engañar a la muerte sin el permiso del barquero. 

En esta compilación encontramos su primer cuento publicado: El muñeco, texto que se remite a 1969, mismo año en que la escritora se iría de Colombia, en un autoexilio a Francia, donde moriría a causa del lupus que le aquejó por más de 20 años. Este cuento retrataría el inicio de lo que sería su obra; una verdad incómoda que permanece deambulante entre la sociedad colombiana. Moreno se destacó por su constante lucha política a través de las letras; su obra fue la ventana al mundo de un machismo inherente, adscrito a la clase alta barranquillera de donde era oriunda y de la que se sintió ajena.

El argumento de El muñeco nos muestra el fantasma de la ausencia. En el relato encontramos una anciana que narra cómo un niño que vive en su casa  (no sabemos de quién es hijo o si siquiera existe) está obsesionado con un muñeco, que es omnipresente y le sirve como compañía, la única que lo protege de una enajenante soledad. 

Para la anciana, ese juguete era el indicio perenne del vacío en el que vivía y en el que se encontraba su casa. No se logra distinguir quienes son los personajes que giran alrededor de la mujer, quien, como única narradora, muestra una cotidianidad cubierta de quehaceres y miedo. Tan sólo la existencia del niño que amaba el muñeco y el coqueteo de una niña, llamada María, que irrumpía en la casa como un cazador furtivo, parecían sacarla de sus cavilaciones nerviosas. Este cuento está repleto de la ausencia y la falencia, el niño parece ser el resultado de la enfermedad del vacío y pervive así, como una recordación constante del abandono, espacio que parece ser llenado con un juguete que nunca llegamos a saber si es real o no, igual que la presencia de los niños. Ellos son fantasmas que viven en una casa habitada por una anciana. 

La mujer relata cómo el muñeco llega a la vida del niño, «… esa horrible cosa de trapo que el niño encontró en un rastrojo la tarde aquella del accidente» (Moreno, 2018); esto anuncia un evento devastador, un accidente en el que podriamos entender que hubo muertos, personas ausentes en la casa, fantasmas que estarán como un recuerdo inombrable, incluso capaces de poseer un juguete que mágicamente llegó a las manos del abandonado. El niño es narrado como un fantasma que no siempre está presente, uno del que sólo se sabe que depende en su totalidad de un muñeco de trapo, un algo, que de llegar a desaparecer podría acabar con la vida del niño, ya que su lazo es tan profundo que sus almas se han juntado, incluso la narradora describe la relación como descabellada, que «un niño dependiera de la presencia de un muñeco era uno de esos desatinos que presenta el devenir y de los cuales vale más callarse» (ibíd).

Este cuento es un ruido incómodo ante el dolor de la pérdida. Marvel Moreno muestra una voz nostálgica. El niño en el cuento es el ser abandonado que no comprende el porqué de su soledad. Allí vemos la tristeza del exilio de la escritora que obedece a un desencanto con la sociedad del momento, la cual había ocasionado su partida. El muñeco representa el sentimiento incómodo que puede generar la denuncia, un fantasma que permanecerá siempre en aquellos espacios que fueron vaciados por el accionar de un ser impositivo y autoritario. Lo que vemos es que no hay una mamá, no hay una familia que pueda percibir la cercanía del niño con el muñeco, con la ausencia simbólica. Nadie comprende al niño, sólo lo juzga, al igual que la escritora en su momento al querer abandonar el país, ella también está ausente de su casa, de su tierra. 

La narrativa de Marvel Moreno es el ejemplo tácito de la presencia ruidosa en el imaginario de una sociedad, es el fantasma que habita la casa embrujada, un guiño irremediable al papel que la literatura se ha fijado desde sus inicios, el de retratar la condición humana y así revelar factores éticos y morales que nos hacen seres humanos, víctimas y victimarios. Situación que al seguir al crítico francés Jacques Rancière, nos ayuda a descubrir una Marvel Moreno enérgica y nostálgica, presente siempre con sus letras en Colombia. Ya que, cómo diría Rancière:

…la crítica literaria o cinematográfica no consiste en explicar o clasificar las cosas. Es más bien una manera de prolongar las obras, de hacerlas resonar de otra forma. No me interesa explicar a Flaubert, Balzac o Hugo. Lo que me interesa es poner a resonar un personaje, una palabra o una sintaxis con respecto a otros personajes, otras palabras y otras sintaxis. (Rancière, 2009).

Marvel Moreno es resonancia pura, su muñeco es el fantasma al acecho que recuerda cada día lo incompleto del lugar y del espacio, obliga a la narradora a buscarle como último acto de combatir el vació, «…entonces se vio a sí misma recorriendo con una agitación sombría las habitaciones de la casa, buscándolo entre los muebles y las paredes agrietadas por la humedad, atisbando detrás de cuadros y espejos, removiendo carpetas y damascos y cojines». Sin embargo, no puede evitar el desolador destino, el fantasma siempre estará allí para recordarle su soledad.

 

Bibliografía

Moreno, Marvel, 2018. Cuentos completos. Editorial Alfaguara, 2018

Rancière, Jacques 2009. Et tant pis pour les gens fatigués [Me da lo mismo con los que estén cansados]. París: Editorial Ámsterdam, 2009

 


* Carlos Andrés Cazares es Comunicador social periodista, Magíster en Literatura de la Universidad Pontificia Javeriana de Bogotá. El campo de estudios en el que se ha desempeñado abarca los estudios literarios y los culturales, en torno a los usos del lenguaje en la cultura popular. Es amante de la narrativa clásica, las novelas de gran aliento y de la literatura latinoamericana.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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