Adaline Torres Feliciano

Marchar

Marcharé porque, recientemente (y más que nunca), los gobernantes no demuestran interés alguno en proteger o respetar nuestra dignidad humana.

Facebook es un diario interesantísimo, agobiado, más barato que la silla del psicólogo.

Borrachos, risueños, insatisfechos: la Noche siempre era joven.

Tender, como pocas cosas de esta época, toma tiempo.

Esa es mi batalla con el lenguaje, aprender a no creerle demasiado.

¿Cómo se escribe un poema, cuando ya lo han entonado tan bien otros?

Aquí van las palabras que te debía—ni vieja, ni ausente—mi querida San Juan.

Luchábamos por que la alegría nunca disipara, ni por un segundo, en aquel lugar dónde el dolor arremete con todas las de ganar.

Las canciones pasaban y yo todavía sin sentarme a escuchar.

La mesa como poema, una oda a la humanidad.

Soy un fraude. Recuerde esta confesión.