El tiempo tiene una vigencia muy corta, tanto que quizá ni podamos medirla. Apenas si nos damos cuenta de un estímulo cuando ya es cosa del pasado.
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El tiempo tiene una vigencia muy corta, tanto que quizá ni podamos medirla. Apenas si nos damos cuenta de un estímulo cuando ya es cosa del pasado.
Leer másEs bien sabido que los viejos, aun no sabiéndolo todo, son sabios y que nadie se entera de cuándo se llega a ese paraíso de la sabiduría sino hasta que se lo narra a un joven cualquiera. Es mal consabido que los viejos lo aprenden todo enseñando sabiduría en cualquier momento y en cualquier lugar, pero tengo el don de atraerlo, el don de nacer a cada rato, el don de la vida.
Leer másLlegar a viejos sanos y salvos no cuenta para decir que se vivió. A la vejez se ha de llegar resucitado a dejar nuestra primera huella en el camino de los temerarios que no le temen a la muerte.
Leer másLas flores tienen muchas más funciones de las que el ojo cree. Como las piedras, los libros y el agua.
Leer másEn más de una ocasión he oído decir que debemos irnos del mundo con lo mismo que llegamos. Imagino que se refieren a las posesiones. Imagino que se refieren a las preguntas.
Leer másHay quienes afirman que las palabras que usaremos a lo largo de la vida están contabilizadas por un alguien sin nombre que vive en una gruta olvidada en el fondo de nosotros mismos. Hay quienes afirman que las palabras que usamos a lo largo de la vida están en vía de extinción, que nada de lo hagamos las salvará del olvido porque las que vayan siendo inventadas (o descubiertas) vendrán con la fuerza de lo nuevo y sin la fe de lo viejo.
Leer másSobre la suerte se ha dicho todo menos lo que no. Así como suena, y como no, porque los científicos han investigado a lo largo de la historia y los poetas inventado desde siempre y hasta nunca.
Leer másEs imposible que seamos buenos para todo en la vida. Quizá lo seamos para todo en la muerte.
Leer másSolemos imaginar que por haber llegado a viejos, o por haber salido de la infancia, crecimos lo suficiente para poder morir tranquilos.
Leer másImagen: Tuncay Pocas verdades hay tan absolutas como que siempre alguien nos mira. Tal sentencia ha sido dicha y refutada cuantas veces hemos respirado y lo seguirá siendo hasta que dejemos de hacerlo. En todas las épocas alguien que caminaba en medio de la noche o a través del bosque, o simplemente por una acera […]
Leer másQuizá todos hemos oído la historia que dice que nuestros seres queridos muertos son estrellas porque la hemos contado.
Leer másLos colores no son un invento nuestro, pero sí lo que somos cuando jugamos a ser uno de ellos inventado por la naturaleza en éxtasis.
Leer másIr por un sendero desconocido puede que nos asuste mucho, pero no lo suficiente. El hecho de que ya haya pasado por allí un ser humano, sin distinción de ninguna clase, hace pensar que luego pasó otro y luego otro y así hasta el último que, seguramente, no será uno mismo porque lo malo siempre le sucede a otros, sobre todo a los que viven y se arriesgan.
Leer másGuardar en un cajón nuestros recuerdos más preciados no es lo más rentable, aunque sí lo más saludable. Condenar al olvido, dentro de cuatro paredes de madera o de cartón, viene a ser como condenar al recuerdo cuando, por casualidad tal vez, descubrimos que teníamos cuentas pendientes con nosotros mismos.
Leer másDesde siempre oímos voces que disienten, o aprueban, según sea el caso, todo lo que decimos o pensamos. Oímos voces que conversan con nosotros sin nuestro permiso.
Desde siempre oímos voces que no sabemos lo que preguntan porque a lo mejor no están preguntando sino respondiendo. Y eso, además, nunca lo sabremos, a menos que estemos en la cabeza de otro hablando sin parar.
El viento llega de algún lugar al que, a la vez, se está yendo y en el que, sin explicación aparente, permanece inmóvil contemplando sus brazos infinitos que todo lo tocan. Es omnipresente y omnipotente. El viento es un dios sin iglesia. Es capaz de mezclarse con los demás elementos y seguir su camino ingrato. El viento no tiene memoria.
Leer másSin importar qué hagamos para resistirnos, para decir la última palabra, para firmar sin leer, el viento hará lo que quiera con nosotros. Hay que ver nada más cómo un hombre que cierra los ojos y respira con fuerza no está haciendo otra cosa que regresando a su cuerpo.
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