El sueño del celta sigue, de algún modo y tardíamente, la línea de los libros trascendentales que se escribieron a principios del siglo XX y que, en su momento, tuvieron el efecto de una bomba sobre los burgueses imperios de Europa. Mientras que el provocado por la novela de Vargas Llosa es un éxito más del espectáculo editorial que él representa con amplitud.