Los revisores entraron a mi vagón en la primera estación. Son como perros de presa, como un conjunto agresivo de sombras. Yo no tenía billete, pues había olvidado mi cartera con la tarjeta mensual de transportes.
Leer más
Los revisores entraron a mi vagón en la primera estación. Son como perros de presa, como un conjunto agresivo de sombras. Yo no tenía billete, pues había olvidado mi cartera con la tarjeta mensual de transportes.
Leer másPero lo realmente fantástico de este libro no es la historia de su vida, sino la forma en que es narrada por ella a través de las cartas.
Leer másTodo lo que hemos visto hasta ahora nos habla de él de un modo indescifrable. El camino que hemos recorrido es como un viaje imaginado, no real, escrito o soñado por alguien más, que además ni siquiera conoce realmente estos pueblos, estos caminos, estas montañas. Por: César David Salazar Jiménez II: Cliché de literatura y […]
Leer másNosotras no vemos ni entendemos nada, no sabemos ni queremos saber porque, en últimas, nunca pasa nada. Viajamos, y lo único que vemos son viejitos en los parques, y palomas, y niños, y perros, y nubes. Y nada más. Por: César David Salazar Jiménez Nota: El presente texto nace de mi participación en la Residencia […]
Leer más