El Cine, rehén, bailarina y renta de la Televisión, quizás no va lo suficientemente lejos en la exploración de su memoria.
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El Cine, rehén, bailarina y renta de la Televisión, quizás no va lo suficientemente lejos en la exploración de su memoria.
Leer másEl estilo Lubitsch se forjó en los estimulantes años del mundo. Él y su coguionista de ésta época, Hans Kraly, llegaron más lejos que nadie en el sofisticado arte de contar sin palabras, y cuando el sonoro llegó Lubitsch fue el más astuto de todos. Lejos de hundirse, como ocurrió con Griffith, Keaton, Stroheim y tatos otros, tampoco adoptó el arrogante desafío de Chaplin de ignorar el sonido. Lubitsch no solo conservó y desarrolló todo lo aprendido en los años silenciosos, sino que llevó el arte del diálogo a las más altas cuotas de sofisticación, y entendió de inmediato la importancia de los ruidos –y la del silencio– en las películas sonoras.
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