La mayoría de los espectadores van a ver una película porque la protagoniza Alain Delon, Humphrey Bogart o Marilyn Monroe; recuerdan una cinta porque el impacto que les causó el acto en una o varias secuencias aún permanece.
Leemos porque los libros nos cuentan historias. Leemos porque hay un ritmo, una vibración, una poesía, una conexión superior con el conocimiento o con las emociones mismas. Pero también leemos por curiosidad.