El miedo a la página en blanco

Seguro todos hemos oído hablar del miedo a la página en blanco, ustedes lo habrán vivido, se disponen a escribir algo y de pronto, estando ya todo listo, les entra miedo, tienen la pantalla o la página en blanco ante ustedes pero no saben cómo empezar. A mí me ha pasado pocas veces, doy fácil con las primeras palabras, el problema viene después cuando la página va por la mitad, generalmente estoy satisfecha con el principio, pero al releerlo me entra el miedo a dañarlo si sigo.

Al puro principio, cuando empecé a escribir, no tenía ningún miedo, ni a la página en blanco, ni a la página por la mitad ni a su final, el principio era la misma mitad que se fundía con el final (la ventaja de escribir microrrelatos). Después llegó un tiempo en el que le temí a la página en blanco, pero duró poco, el miedo fue desplazándose y heme aquí con el miedo a la mitad, si las cosas siguen como van lo superaré pero empezaré a tenerle miedo al final, después ese miedo saltará de la página a alguna parte.

No teniendo más que decir, pues ya me entró el miedo, les dejo una curiosa imagen que encontré ayer en mis archivos, cuya leyenda reza: Un dragón en un café, en Niederheimbach, distante de donde Sigfrido mató al suyo, parece espiar a los turistas que almuerzan en los jardines, y una canción.

Camila García

Escritora y alquimista visual. Autora de los libros de cuentos Perros en el Cielo y El jinete Extraviado. Más de mi trabajo en www.camilagarcia.net

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