Selección de poemas de Dolores Meijueiro

Sumatoria y   pan

 

esta madrugada la ciudad está mojada

sobre el jardín las ramas caídas del pino

y un zapato en el cordón de mi vereda

 

junto al árbol de la esquina botellas tiradas

vidrios incrustados noche a noche

filo agridulce labio sobre labio que fue de boca en boca

entre cartón y nylon aún el caminante

adormece sobre el muro

 

por la avenida un hombre sale del contenedor

caballo que tira del carro del hombre   deambulará por la ciudad

las cabezas giran hacia un aullido rojo

 

trepan al ómnibus

el eco encendido se aleja

olvidan la basura

 

un par de jeringas están clavadas en el cantero   de la plaza

restos frágiles de solitario apetito

latas vacías herrumbradas

señales para la travesía de alguna plegaria

amanece

desde lejos el luminoso de la farmacia se distingue

aún llueve sobre las azoteas vacías

mis pies dentro del charco

sobre la estatua enredada a la calle

 

los jirones de un paraguas rojo van merced de la corriente

las colillas de los cigarros se acumulan hacia la negra boca de tormenta

un corazón retoma su   latido y

una vez más mi vecina barre

charcos   hojarasca de su puerta

en breve paseará su perro de mirada vacuna

y en su bolsa de mandados cargará una flauta de pan

 

 

 

Giran

 

eco que se apodera de la ciudad y

las cabezas giran hacia el rayo encendido

adiestrados los autos se apartan

salvándose

 

junto al cordón de la vereda una mirada se hace lejana

se vacía

vacía hasta perder el punto blanco

faro rojo

se pregunta ¿quién será?

faro que   agiganta ese aullido

plomo distante

 

alimentada de ruidos una bolsa de nylon gira por el aire

flamea

se pierde entre las torres amarradas

ya no la ve

 

mientras en el pasillo se apilan las horas

sobre los bancos de madera y metal

con nombres y fechas rasguñadas ,

opacos por el transcurso anónimo de los cuerpos

y la  inmedible espera gira

gira en la puerta de emergencia

 

 

Recortes

 

 corre un viento de agosto y

la hamaca se fatiga sola

la lluvia se embolsa en una espera callada

que arde entre sábanas e inflama el vacío

 

puertas cerradas

un balcón con huecos y flores

alguna ventana entreabre rostros

miradas aquietadas detrás del cristal

 

humo cortinas de voile

ruidos metálicos gas

aullantes las bocinas   se multiplican

los dados cubren un fieltro verde sobre la acera

 

en una esquina del centro una mujer da de comer a ocho gatos

los tambores aún resuenan

en la ciudad que hoy es convocada

 

y el ómnibus   atraviesa    calle a calle

mientras la hamaca la lluvia

el balcón cortinas de voile dados

ocho gatos tambores

la ciudad

 

 

El paraguas rojo

 

junto al aliento de la calle

esperando el verde del semáforo

una bolsa de tu mano

el viento de agosto hacia un lado

otro

 

el silencio tanto

que calle abajo lento rodaban los recuerdos

caminabas látigo con todos mis sabores desolados

hasta que te perdí,

te perdí entre las luces de los autos

el acomodador con señales a destiempo

transeúntes anónimos ruidos llovizna sobre el asfalto

 

y yo

yo con mi paraguas rojo

en el borde absurdo de la vereda

 

 

 

Cada día

 

La noche abre las compuertas

y junto a su perro el hombre aprieta el frío

la misma gloria los une en la calle cerrada

colchón al descanso de héroes diurnos

en un silencio horizontal

chispa encendida

bocanada de humo

cometa que se disuelve en su confesionario

un desconocido tira una bolsa negra con desechos

el gato de siempre lo observa

 

y durante el día rastro que germina en   las calles

cargando al carro bañera chatarra cartón

papel con gritos atados

trasiego de la bolsa negra

 

que no le preguntamos el nombre

no le miramos el rostro

 

se escucha ese sonido ácido con rulemanes de vieja chata

que recorre la ciudad y

al que no le llegará una carta

 

 

Viento Esquina   Montevideo

                                                                                            A Pepe                                         

A tu manera,

hoy en este viento

hondura que no me cabe en los brazos

duele y

atraviesa   por un día más

 

anunciado   en

las hojas   aún verdes del nogal

vacías

muy temprano cayendo

silenciadas

sólo crujiendo bajo las patas de Lupe

 

el mar elegido

diciembre 1952

viento Esquina Montevideo

camino a casa

tus   pasos   a negro tabaco

desde la cuna ese

viento   a madera en tus manos

 

 

Pasajeros

Los ruidos   se agolpan   en esta madrugada

el motor de una moto perfora el sueño

lo pincha

filoso lo deja en el aire

y el tren atraviesa el Paso Molino

de sirenas   encendidas

de la moto

ladridos de perros

el golpe de un portón cercano

del correr de estas horas baldías

de pasajeros   nocturnos

 

todo se aleja

y continúan

sombrío el viaducto

las ramas de los plátanos

la carreta   noctámbula

 

 

Pétalos plomo y   almíbar

  

El resplandor   sobre su pelo teñido

hoguera los labios que las bocinas   encienden

en la cartera fría que balancea su hombro

horas agrietadas sobre los tacos altos

 

de su espera en pie

la mirada erguida

incansables escoltas

anónimos

 

mientras su   cuerpo hidalgo se pasea

astro una y otra vez

en esa

su esquina nocturna

piropo

bajo los plátanos guardianes

 

y rota el neón

secreto de la calle empinada

territorio de la noche

gira guía del encuentro

gira rojo almíbar

que el amanecer enmudece

 

 

Peatón ocasional

 

no le dice nada

 

esta baldosa floja

las paredes sin ataduras

almacén de barrio

la polvareda sin voz

los platos sobre la mesa cercana

un té   teñido poco a poco

el hilo de agua en la pileta

las luces   que se van cerrando

 

extranjero   atraviesa   el seno de la calle   ensanchada

y no mira hacia atrás

 


 

Dolores Meijueiro  (Montevideo, 1964) Estudia Letras en Facultad de Humanidades y Ciencias (Montevideo). En el  2000  publicó “Jirones” (Editorial América Latina, Montevideo, Uruguay)  con el cual obtuvo el  3er premio en  el  MEC en la categoría narrativa. En los concursos denominados “Bolboreta” convocados por  la Xunta de Galicia obtuvo el 2do. Premio por “Voces de Tierra y Mar” (Dic.2000) y un 3er. premio por “Begoña la mujer de su casa” (Dic. 2001).  En el invierno del 2007 publicó su primer libro de poesía “Mariposa Encadenada” (Editorial Vintén Editor, Montevideo, Uruguay).

[Reseña tomada de la revista Malabia]
Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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