La abstracción lírica

 

Por: Antoine Skuld

Para la filósofa fílmica

 

En la naturaleza no hay línea ni color. Es el hombre quien ha creado la línea y el color. Estas son dos abstracciones que se originan con igual nobleza de una misma fuente…la línea, el color se fundamentan en nuestro pensamiento.

Charles Baudelaire.

 

Es en Saint-German-des-Pres entre 1947 y 1957 que se veía florecer, en un ambiente cultural extraordinario, esta nueva tendencia pictórica. París vivía entonces en plena efervescencia. La juventud tenía tiempo de recuperar lo que la guerra le había robado. Escritores, filósofos, poetas, comediantes, escultores y pintores se encontraban en los numerosos cafés del barrio con la intención de rehacer el mundo.

En el café de Flore, Jean Paul Sartre y Simone de Beauvoir tiene su lugar sagrado, como jóvenes existencialistas, en un rincón que nunca está solo; en Deux Magost, con toda seguridad se encuentran en una terraza azotada por los rayos del sol, Ionesco y Serge Poliakoff. En cuanto a la Rhumerie Martiniquaise, integrada por numerosos pintores jóvenes, han hecho de este lugar su cuartel general: Bandira, Bryen, Doucet, Oscar Gautier, Wols. Ellos se apasionan con fogosidad por esta nueva corriente que está en proceso de ser elaborada. Algunos la denominan “psíquica”, otros “sensorial”, otros la califican de “tachista” o de “informal”, según los humores y las investigaciones personales de cada uno.

El tiempo de las polémicas y de los largos y tediosos debates pasó, a fuerza de buscar algo más acorde con este estilo pictórico, y ya no se habló más que de “abstracción lírica”. El mensaje era claro: se trataba para todos estos pintores de hacer una pintura no-figurativa que escapara del deshumanizado constructivismo de la Abstracción Geométrica, corriente que regresó a la fuerza después de la Segunda Guerra Mundial. Lírica contra Geométrica, calor contra frío.

FOTO 1 (1).jpgIgnorada por los mayores, los artistas que participan en este movimiento tienen entre 25 y 35 años. Quieren una pintura sin tema y que no ataque exterioridades, una pintura que sea “magnificada por la única necesidad interior”. Después de 1950, las posiciones de la Abstracción Lírica se afirman cada vez más al compás del tañido de las campanas de la iglesia de Saint-German-des-Pres, cuando los jóvenes artistas y las nuevas galerías se abren para acoger más profundamente la tendencia.

Esos primeros años de la posguerra, en donde al arte no se ha sometido a la ley del mercado, son años marcados por la creación entusiasta. Desafortunadamente, y podría decirse, como es costumbre en Francia –acordémonos de los tristes ejemplos del Impresionismo y del Fauvismo descuidados por sus contemporáneos-, esta inmensa pantalla, este gigantesco lienzo de creatividad en la cual se vinieron a adherir los artistas del mundo entero, es ignorado por los que fundamentaron las manifestaciones oficiales. ¿Cómo habría sido si estos últimos se hubieran acobardado al admitir la existencia del cubismo?

Y fue sólo recientemente, entre 1985 y 1990, y a favor de un apasionamiento por la pintura -sin duda alguna especulativa-, en donde radica su mérito, y que los pintores de la Abstracción Lírica, frecuente e injustamente desconocidos, salieron de la sombra y sus obras vieron por fin la luz de un día cualquiera en Drovot. Es en esta época en que la dimensión histórica de su movimiento adquiere su reconocimiento.

Ya en 1980, una gran exposición organizada por el pintor Oscar Gautier y bajo el patronazgo de Jacques Chirac, alcalde París, los había consagrado. Bajo el título “1946-1956: Pintores de la Abstracción Lírica en Saint-German-des-Pres”, se reagrupaba por primera vez no menos de 46 pintores de la tendencia, figurando entre ellos: Arnal, Atlan, Bellegarde, Bertini, H. A. Bertrand, Bitran, Bryen, Carrade, O. Debré. Dimitrienko, Duvillier, Fichte, Sam Francis, O. Gauthier, Claude Georges…

Los jóvenes historiadores de arte consideran la Abstracción Lírica en su diversidad, como la revolución pictórica del siglo XX más importante después del Cubismo. Como esta corriente, a fuerza de constatar, la reciente vanguardia artística ha renovado nuestra visión del mundo y cambió nuestro entorno cotidiano. Como lo dijo Georges Mathieu en su libro “La abstracción Profética»: Desde 1960, un cierto número de búsquedas coinciden en su cadencia acelerada, dejando la creencia de que la Abstracción se alejó; en efecto, a pesar de ella, todo lo que se ha producido ha tenido lugar bajo el signo de la regresión y de la repetición.

 

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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