Poemas selectos – Charles Wright

Imagen de tres vientres de poeta

Les presentamos una selección de poemas del volumen Lengua perdida. Poemas selectos de Charles Wright (Caracas, bid&co. editor, 2016). La traducción es del poeta venezolano Adalber Salas Hernández.

 

 

Primogénito

–Omnia quae sunt, lumina sunt–

1.

El azúcar goteando en tu vena;
La ictericia ascendiendo por tu rostro como un rubor;
La caja de vidrio donde te tienen–

La venda sobre tus ojos;
La leche cuajada en tus labios;
El tubo de plástico en tu garganta–

Las manos inadvertidas que se detienen sobre tu piel;
El nombre, como una nueva cicatriz, en tu muñeca;
La caja de vidrio donde te tienen–

Traemos lo que debemos traer;
Entregamos lo que debemos entregar;
Bienvenido, dulce Luke, a tu vida.

 

2.

La retribución de la buganvilia
Palpita a lo largo del monte, su lenta
Trama de enredaderas

Mantiene unida la tierra, dándole aliento;
Más allá de la ventana, el hibisco y la aguileña
Atienden sus distintas necesidades;

El verano crece.
Tú también creces,
Volviéndote accesible,
Tus ciclos líquidos

Alargados y mal definidos,
Pero absolutos, después de todo, la nueva piel
Floreciendo rosada y clara.

 

3.

Estás acostado aquí conmigo, justo ahora,
Inefable, todavía en algún otro lugar.
¿Qué debería uno decirle a un hijo?

¿Emociones y puntos de vista, las grandes
Abstracciones por las cuales nos gusta
Creer que vivimos –o viviríamos, si

Las cosas fueran diferentes,
O lo fuéramos nosotros, o lo fueran los otros,
Si todo cambiara y fuera distinto?

¿O algo inmediato,
Descriptivo, el uso virtuoso de las palabras?
¿Qué puede uno decirle a un hijo?

 

4.

Si fuera posible, si se hubiera
Pasado por alto alguna manera
De sacar esa costilla de luz pura

De su caja torácica, esas pocas vocales afortunadas
Que todo expían.
Pero nada se ha dejado a un lado,

Nada ha sido ignorado
Las palabras permanecen en la oscuridad y
Continuarán resplandeciendo allí.

Ningún truco que inventemos,
Ninguna estrategia puede extraerlas ahora.
Y el polvo es polvo por un largo tiempo.

 

5.

Lo que intento decir
Es esto –te digo la única cosa
Que he llegado a creer:

Aférrate a la tierra;
Imagina que tocas sus bordes crudos
Bajo cualquier clima, una y otra vez;

Imagina sus colores; ensaya
Imitar, día a día,
El crecimiento de la mañana y el anochecer,

El movimiento de todas sus criaturas;
Ríndete y alégrate.
Esta es la ley que perdura.

 

6.

Las laderas de Tennessee,
Las montañas de Carolina del Norte,
Sus ríos y pueblos

–Hiwassee y Cherokee,
The Cumberland, Pisgah y Nantahala,
Unaka y Unicoi–

Tiñen tu sangre y cantan en ella.
Sus sonidos son los sonidos que escuchas,
Sus formas son las formas que miras

De todos modos, cada vez que te concentras
En la tierra recordada:
Todas las cosas que son luces.

 

Gracia

Su cabello es una hierba fina,
Entretejida, donde algo se ha acostado,
O ha caído una y otra vez:

Sus brazos son ríos que se hunden
Súbitamente bajo tierra,
Codo y muñeca: manga fría:

Su cara es un largo soliloquio,
Un lenguaje de números,
Imposible de borrar.

 

Infancia

Encogida y drenada hasta quedar seca, volviéndote transparente,
Me has seguido como un perro
A través del cual veo, por fin, una ventana hacia Lejos-De-Aquí, un lugar
Al que me dirijo, mi lengua desanudada, huellas
Aparentes, tus piojos de mendigo
Destiñéndose hasta el cristal a lo largo de la pierna de mi calzón:

Ahora me voy, adiós.
Adiós al caparazón de langosta y las sillas,
Adiós a las genuflexiones. Adiós a las ropas
Que circulan bajo la tierra, los nombres
Cayendo en la oscuridad, rostro
Tras rostro, como cuentas de un rosario roto.

 

Sin vuelta a casa

Luego de cierta edad, no hay a quien acudir.
Tienes que encontrar a Eurídice por tu cuenta,
tienes
Que hallar por ti mismo la pequeña
grieta entre el aquí y todos los otros lugares.

¿Cómo podría ser de otra manera?
Todo el mundo se ha ido, las casas están vacías
Y las nubes grises empiezan a llenar el cielo como un sucio aislamiento.


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Charles Wright

Tennessee, 1935. Poeta, ensayista y traductor. Entre sus libros se destacan Country Music (ganador del National Book Award), Black Zodiac (ganador del Pulitzer Prize), Scar Tissue (ganador del Griffin Poetry Prize) y Bye-and-Bye (ganador del Bollingen Prize). De igual modo, ha sido merecedor del National Book Critics Award y el Ruth Lilly Poetry Prize. Ha traducido a Dino Campana y Eugenio Montale (este último volumen recibió el PEN Translation Prize). En junio del 2014 la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos anunció su nombramiento como Poeta Laureado, cargo que desempeña a partir de septiembre del mismo año.


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Adalber Salas Hernández (http://sudaquia.net)

Caracas, 1987. Poeta, ensayista, traductor. Autor de los poemarios La arena, el vidrio, Extranjero, Suturas, Heredar la tierra, Salvoconducto (XXXVI Premio de Poesía Arcipreste de Hita), Río en blanco, mínimos y Materia intacta. Asimismo, ha publicado los volúmenes Insomnios. Ensayos sobre poesía venezolana y Estábamos muertos y podíamos respirar. Paul Celan, escritura y desaparición. Entre otras, ha publicado traducciones de Marguerite Duras, Antonin Artaud, Charles Wright, Mário de Andrade, Hart Crane, Hector de Saint-Denys Garneau, Pascal Quignard y Yusef Komunyakaa. Junto con Alejandro Sebastiani Verlezza editó las antologías Poetas venezolanos contemporáneos. Tramas cruzadas, destinos comunes y Destinos portátiles. Poesía venezolana reciente. Forma parte del comité editorial de las revistas Poesía y Buenos Aires Poetry. Dirige la colección Diablos danzantes en Amargord Ediciones. Cursa estudios doctorales en la New York University.

 

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

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