Selección de poemas — Rafael Felipe Oteriño

                   Abrí mi puerta a la frágil melodía — Foto: Myosotis sylvatica.

Presentamos una selección de poemas inéditos del poeta argentino Rafael Felipe Oteriño, quien pronto publicará una antología de su obra con la editorial Nueva York Poetry Press.

 

Husos del escritor

Mesa, aldabón, cascada: de ustedes me he servido;
los trasladé de sitio en sitio, de hogar en hogar.
Abrí mi puerta a la frágil melodía de sus voces,
al estrépito de sus caídas,
y los modelé, noche a noche,
hasta verlos reaparecer
como ondulación, como ola.

Fue la labor de un obstinado,
la ambición y la usura
de tenerlos allí,
en cada paso y a cada mirada.
El ballet de sus sombras pujando en mí,
la sombra de unos y otros,
deslizándose por mi ventana.

Cuchillo, abedul, serpiente: fui derivando entre husos.
Viví de la siembra de una gota de aceite,
de la soberanía de un árbol.
Robé, mentí, molí, mezclé.
Como un Durero agradecido,
crecí a expensas de todos -a todos rogué que cooperaran-
y ahora los dejo libres: a la búsqueda de un nuevo autor.

 

Nomeolvides

Acostumbro
a recoger para ellos nomeolvides,
pequeñas flores de octubre
que se prenden a la solapa
como abrojos.
En la piedra no hay nada
que las sujete:
ni el pocillo con agua
donde las sumerjo,
y que de ordinario se seca
tras mis pasos.

Tal vez sea mejor así:
que duren el instante de llevarlas,
apenas la decisión
de ponerlas junto a unos nombres
que sólo yo
deletreo hasta el final.
Sí, tal vez lo importante
sea sólo eso:
que mantenga la promesa
de llenar los vasos
y no derramar el agua.

 

Morada

El calor cercaba los huertos y la corteza de los árboles,
la carretera centelleaba a lo lejos
acortando la distancia;
el silbato del tren era el único habitante
que poblaba la tierra.

Morada de un país inextinguible
donde anidaba la menta y el benteveo.

No los menciones, déjalos ahí, no los toques,
no quieras devolverlos al combate del eros
ni a las pruebas del valor,
bajo pena de que todo eso
se derrita.

 

Dasein

Es tan corto este día,
que en un instante se agolpan
la mariposa del jardín anterior,
el aire tibio de septiembre,
sin tener en claro
cuál de los dos ha de reinar.

Tan corto,
que en un abrazo
puedo contenerlos,
con la sensación de asistir a algo
que se consuma
sin haber existido.

La huella
sigue a la mano,
la perla
al pescador de perlas,
la pluma al pájaro
y el eco al sonido.

Flecha súbita
que alcanzó su blanco,
cita no concertada
en el jardín de las delicias.
Y yo en el medio, oficiante anónimo,
ciego guardián.

 

Historia familiar

He vivido más de lo que pensaba
y ahora soy yo el que cuenta la historia;
desaparecidos todos ellos,
puedo darles forma de pájaro o de pez,
o lanzarlos a caminar sobre una cuerda,
y nadie me lo discutirá;
mudar fechas, fraguar encuentros,
hacer ruido en los cuartos y descubrir tesoros,
y nadie me los disputará.

El pasado flota igual que un iceberg,
el puerto hacia el que marchábamos
sigue cerrado por brumas, como entonces;
el futuro forma un espejismo
ante el que nos inclinamos
y al que veneramos, sílaba a sílaba;
también a punto de extraviarse,
todavía no ha comenzado
su deslizamiento hacia abajo.

El este y el oeste son travesías en el mapa,
pero algún día ya no lo serán;
la tormenta y el eco se escucharán lejanos,
y otros intérpretes más audaces
retomarán la historia
con sucesivas y bienintencionadas erratas.
Y serán –como ahora lo soy yo-
partes de un sortilegio:
los últimos y los primeros en contarlo.

 


oteriñoRafael Felipe Oteriño. La Plata, Argentina, 1945. Publicó once libros de poesía —el último se titula Viento extranjero (2014)— y el volumen de ensayos sobre poesía Una conversación infinita (2016). Su obra poética se encuentra reunida en Antología poética (1997), Cármenes (2003), En la mesa desnuda (2008) y Eolo y otros poemas (2016). Es miembro de número de la Academia Argentina de Letras.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

2 comentarios sobre “Selección de poemas — Rafael Felipe Oteriño

  1. Oteriño reúne en su poesía el símbolo amarrado al quehacer diario en una conversación de la que nos hace parte y cómplices y compañeros esperando que nos diga que es estar aquí y ahora con el bagaje ancestral que nos habita tal vez no siempre sabiéndolo. Más de el, por favor.

  2. También pido más de Oteriño. Una poesía que en ropaje sencillo y cotidiano disimula, como el iceberg, su riqueza profunda. Gracias!

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