Portada: Daniela Gaviria a partir de una pintura de Jean-Honoré Fragonard.

Eróticas

Un manifiesto por la libertad

When you’re not feeling holy, your loneliness says that you’ve sinned
Leonard Cohen

Se preguntarán por qué hacer en una revista una edición sobre erotismo, un tema tan recurrente en el mundo de la literatura, y no sabríamos qué decir más que en nuestra estética, en nuestra cosmogonía, consideramos al erotismo como un modo de habitar el mundo desde adentro, donde se hagan explícitas la libertad sexual de las mujeres y la necesidad de reivindicar su derecho a decidir sobre sus propios cuerpos, a decidir sobre las formas de obtener el placer, o de dárselo con su propias manos.

No creemos que haya una sola Erótica o Poética del erotismo; creemos que cada persona debe reclamar su libertad, construir el género como desee y desarrollarse en la sociedad a su antojo sin que se le discrimine o segregue.

Reclamamos la abolición de la familia capitalista que repite los vicios del Estado en la sociedad, en el modo de condicionar con estereotipos las conductas sexuales de las mujeres.

No vamos a bajar la guardia ni a apagar las alertas de nuestro reclamo ante quienes no entiendan que el sexo se da también a solas (o entre dos o más personas de cualquier género que han decidido juntarse, por una vez, o por los instantes encadenados que duren sus vidas).

Que no haya más escritores ni poetas escribiendo sobre los cuerpos de las mujeres. Que se callen y que les dejen hablar, dueñas de su propia palabra y de su propio placer.

Por lo tanto:

1. Juramos desobediencia civil hacia la prohibición perversora del deseo de los cuerpos.
2. Hacemos un llamado a la acción deliberada de desnudar y ser desnudado.
3. Les incitamos a alcanzar lo íntimo, a existir dentro, a buscar la perturbación erótica sin indulgencia, por la cesación del dolor del mundo triste y el acrecentamiento del fascino para cerrar la herida.
4. Afirmamos la exuberancia de la vida: la embriaguez por la vida y el «sentir todo de todas las maneras posibles», como nos exhortó Álvaro de Campos, gran Vividor.
5. Nos levantamos contra la pérdida del vertiginoso deseo: la violencia de la pasión tiembla por poseernos intensamente para transgredir el miedo.
6. Creemos en la paradoja libertaria del placer condenado desde afuera para su disfrute desde adentro, y del placer condenado desde adentro para su disfrute desde afuera.
7. Nos basamos en la premisa de que el pudor ha sido penetrado por el juego de los órganos en un estado de comunicación majestuoso.
8. Somos cómplices de una sola violación: la violación del pecado. Infringimos la ley del pecado para gozar de él, pavorosamente como corresponde a los amateurs.
9. Promovemos el sexo como la resina natural que combate la angustia, la separación y el aislamiento. Resina natural para la fusión de dos en uno: la disolución y destrucción del uno.
10. Exigimos el desencadenamiento de los espíritus ansiosos en su sagrado movimiento de quitarse la ropa. Su impaciencia por la repetición vence el afán.
11. Nuestro único limitante será la vergüenza. Utopía que guía el acercamiento caprichoso.
12. Aceptamos el exceso de la carne como liberación de la verdad.
13. Decimos sí a la fuerza unificadora y sobrecogedora de la Naturaleza.

Nuestra consigna: SUCUMBIR AL IMPULSO.

Clic acá para disfrutar nuestra edición de septiembre de 2019: «Eróticas»

Curaduría gráfica: Daniela Gaviria.

Les invitamos a leer esta edición y a compartirla (nos encuentran en todas las redes sociales como @Literariedad).