Poemas del libro «Diseño de Interiores» de Fátima Vélez Giraldo

Ilustración de Ladybiónika
«Sosteniendo lo insostenible». Ilustración de Ladybiónika.

Fátima Vélez Giraldo

Diseño de Interiores

Premio de Poesía Ciudad de Bogotá 2015

Selección de poemas 


De “El cuarto de los niños”

Sótano

que quieres quitar de ahí
las telarañas
las capas de moho
inténtalo
a ver si no aparece de pronto la olla
con el arroz pegado
los guantes amarillos
que protegen
del jabón quitagrasa que te agrieta la piel
y en el silencio
de quien lava platos y olvida poner música
el poema se tararea solo
como si tuviera pies
y quisiera hacer de ti un salto
es
no cabe duda
ese que dice
que se llegó al final de la carrera
y el premio es otra carrera

y si el premio es una pared
y si el premio es mugre coagulado en un sifón
y si todo fondo no es más que horas percudidas en la cortina de baño
la sala donde la luz pega directamente en el reflejo de la infancia
donde también el tema con la luz
es cosa seria

los niños
sus deseos
su canto de sirena
que tratan de arrastrarte
a la inacción
a no ser
otra cosa
que calor atemporal

su belleza
que crece
sobre  filo
en tu garganta
raíz
que no se ve en ningún espejo
pero sabes
si no la cuidas
no la riegas
no la podas
recuerda
poner papel conciencia en las paredes
quien se ha cortado con papel sabe
lo que guarda en sus bordes el blanco

Vox

andas oyendo el dictado de la olla que hierve
una voz de alimentos congelados que han perdido su valor nutricional
que dicen que tal vez tú puedas hacer de su forma un sabor organizado

De “Anacronía”

Mapaches

un abrigo caliente
si es posible peludo
para anidar el
festivo de otoño
el hueco
en la rutina
a veces
en el abrigo
a veces
en el codo
ese a veces
arbitrario
pacta
con la ciudad
arbitraria
dejo que tomen
lo que quieran
con tal de darme un techo

escurro
sólo quedan dos gotas que no son iguales, porque las gotas nunca son iguales, y aparece una niña antigua que dice en inglés cojo y con acento, My finger is my finger and my finger is my shape, y luego dice Cuidado, que también la ciudad da mujeres que olvidan tener cuerpos y brazos y manos
hueca
te olvidas
que prometiste no
hablar de ti
en segunda persona

y en qué lengua hablar
a la altura de la 77
bajo la estatua de Cristóbal Colón
el día de Cristóbal Colón

13 de octubre de 1614

-13 de octubre de 2014

                             -400

ya decía que soy de menos
otras épocas
descubro
como
alguien
antes descubrió
tierra nueva
que la felicidad
tiene piel de mapache

Ilustración de Ladybiónika
«Sosteniendo lo insostenible». Ilustración de Ladybiónika.

Mi nacimiento (1932)

*
entre rasgar de sábanas
entre dolor y luz
unas piernas abiertas
una cabeza
nace

alguien pregunta
desde un lugar del cuarto
que no podemos ver
¿es niño?
no
¿es niña?
no
¿qué es entonces?
es el amor que nació muerto entre nosotros

ah
entonces
no se le puede alimentar con ira
la leche con ira
amarga

**
perdona
por hacerte recorrer
los arduos y
estrechos y
húmedos
caminos de la existencia
por inquietar tu serenidad
por volcarla en
-quiero decir vacío
pero el vacío
estorba

tarde o temprano
me lo agradecerás
saltarás
de alegría
en tu no ser
como saltan los niños
en sus camas
si hay golpe no te dolerá
doblemente
por haber sido advertido
que no saltaras
que podías caerte
hacerte daño

nada formado en ti
para que algo sientas
cabeza hueca
dentro de
cuarto hueco
dentro de
mundo hueco

y sin embargo
desangras
y la sábana
es blanca
y el contraste
caliente

***

dices que la pared del cuarto es azul
que la sábana es azul
no te das cuenta
que el azul
es la blancura desbordada del blanco

****
pero si Frida Khalo no existió
ahora vas a decir
que te crees
ese cuento
de una llaga de dolor
en un rostro
de bigote
y patillas
coronado de flores

Frida Khalo
debe ser
una manera de nombrar
la sensación de estar
a punto de recibir un golpe seco
con un vestido bordado

debe ser
la acción de empujar las cosas
por detrás
hacerlas chocar contra la vida
hasta sacar lo que hay de entraña
en ellas

De “Otros, ellos”


Después de todo

tus ojos

piedras azules
no
aguja enterrada
sobre la piel
del color azul

y yo

muro con pájaro atacado
por niños sedientos
de impotencia animal

me cuentas la historia
-tú y tus historias-
de los asesinos
de la Segunda Guerra Mundial
que eran pocos
dices
los elegidos
dices
perdían el dedo índice de tanto disparar
el dedo no soporta el peso
-¿del arma o de la culpa?-
va dejándose caer
dejándose no
el dedo no se deja caer
el dedo cae
la pregunta es
a quién le duele más
¿al dedo o al cuerpo?

a mí

no te creo
dices
insisto
estoy a punto de perder algo
será el peso de tu culpa
será
que me estás perdiendo

eres una basura
dices
y estrellas las palabras
contra la silla de madera
que compraste
en el mercado de las pulgas

me pregunto si la muerte tendrá un sonido
si podrá condensarse en objeto
y venderse en el mercado
de las pulgas
el lugar
de donde sacas
los objetos que acumulas
con los que tropiezas tu rabia
hasta hacer sonar
la muerte que hay en ellos

sobre el calor que dejan tus palabras
lágrimas
sobre las lágrimas
no llores
sobre el no llores
esto no vale nada para mí
nunca ha valido nada
no podrás
eres débil


soy débil
y he dejado libre su lado más feroz
este es mi hombre
de metales y fuego

entonces
por eso la textura
violencia contenida hasta el vidrio
tan frágil
ante cualquier descuido
cualquier muestra de desamor

cuando nuestras manos se unieron
sobre la llama de una vela
creímos en la fuerza del roce

no había inquietud que no pudiera resolverse en la mirada, al amanecer decías amarillo y los guayacanes florecían por segunda vez, libres de culpa, no temblábamos por una razón distinta a la cafeína, el orden resultaba una criatura soberbia que uno no podía dejar de mirar a los ojos

quién iba a pensar que había aire
para incubar los huevos del hastío
cómo imaginar que estaba
desplegando raíces
ganando terreno
haciendo pactos secretos con
nuestro lado oscuro
hasta convertirnos en este tipo de parejas
que hacen que me sorprenda
la gente que se quiere de verdad

yo no te imaginaba
pidiéndome de vuelta lo que me diste con amor
la ruana
la silla que tejiste
y la foto que me regalaste de ti
a los 18
en la cima de la montaña
la sonrisa de viajero
y una nube atravesándote los brazos
haciéndote ángel
augurándote
que sólo te tendrías a ti
para protegerte de ti mismo

no quiero estar más contigo
dices
mi cuerpo está enfermo de ti
no lograrás nada
you’re bullshit
bullshit

empezaré un poema así
digo
un poema en el que hablaré sobre
basura
dices que te malinterpreto
que altero tus palabras
es que
lindo
las palabras nunca son como las dices
son como saben en el paladar
y la palabra basura
uno la pronuncia
y los lixiviados
salen
mira
¿ves el líquido?
toma un poco
como antes
tomabas de mi orgasmo

perdidos uno a uno los dedos
no queda nada por traspasar
y aún así mañana
habrá otro día

en la calle
al calor de la huida
las palabras
retumban
se arrinconan
listas
para una hoguera
las hago crujir
como el silencio nunca supo hacerlo
por más animal revolcándose en su quietud
por más disparo despejando el aire de la noche


Selección de poemas e lustraciones enviada por sus autoras a Literariedad.


Lea aquí las palabras de Fátima Vélez sobre el Premio de Poesía Ciudad de Bogotá 2015.

Literariedad

Asumimos la literatura y el arte como caminos, lugares de encuentro y desencuentro. #ApuntesDeCaminante. ISSN: 2462-893X.

5 comentarios sobre “Poemas del libro «Diseño de Interiores» de Fátima Vélez Giraldo

  1. Es una lástima. Deberían denunciar a IDARTES. Pero por considerar que esto daba para premio. Mucho clisé. Espero que el de Jorge Cadavid sea al menos un poco mejor. En serio, qué lástima, yo me puse del lado de Fátima porque pensaba que se había castigado algo digno de celebración, pero ahora que veo lo que se iba a premiar se me quitaron las ganas de todo. Mucho ruido y pocas nueces.

  2. Textos flojísimos y abundantes en lugares comunes. Una vez más la mafia del ¨Jet Set¨ literario afirmando su poco riguroso canon.

Deja un comentario